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Un cinturón, cabello y zapatos, las pruebas que hundieron a los acusados de asesinar a Fátima

Estas fueron algunas de las principales revelaciones que tuvieron lugar en la audiencia del 21 de febrero pasado contra Giovana “N” y Mario Alberto

Escrito en METRÓPOLI el

Fueron cuatro días de abusos contra la pequeña Fátima, asesinada con un par de cinturones de plástico encontrados y presentados ante un juez de control. Estos objetos, así como un cuaderno, ropa, cabello, rastros genéticos y el testimonio de un taxista, serán clave para la investigación.

Estas fueron algunas de las principales revelaciones que tuvieron lugar en la audiencia del 21 de febrero pasado contra Giovana “N” y Mario Alberto "N", sospechosos de raptar y matar a la niña de 7 años de edad, cuyo cuerpo fue encontrado en una calle solitaria de la alcaldía de Tláhuac, el 16 de febrero.

Acorde con la carpeta judicial 012/0159/2020, expuesta durante la audiencia donde la pareja fue vinculada a proceso por feminicidio y secuestro, el "arma homicida", -dos cinturones de plástico-, fueron presentados con rastros genéticos de la víctima, los cuales serán comparados con los detenidos en tanto el juez lo determine.

Esta es la clave para procesarlos, pero también un taxista que reconoció a Giovana y a la niña, pues los llevó desde un punto en Tláhuac hasta el primer domicilio cateado en Xochimilco, hechos apoyados con videos de cámaras del C5 y de una panadería.

El taxista refirió que la niña y la mujer parecían conocerse, incluso oyó que ésta última le decía que su propia mamá le pidió que la recogiera y que le compraría dulces cuando llegaran a casa.

Otra revelación fue que la Fiscalía pudo recuperar un indicio de semen. Lo anterior fue explicado por el Ministerio Público de la Fuerza Antisecuestros, Luis Trejo.

Mientras tanto, durante la audiencia, Giovana y Mario Alberto se reservaron su derecho a declarar, pero para conocer su modo de vida, un testigo presentado por la Fiscalía aseguró que tenían antecedentes de violencia familiar, no solo entre los adultos sino contra los hijos menores de la mujer.

También se esclareció que Giovana y la madre de Fátima, Magdalena, fueron vecinas durante meses en una vecindad de Tláhuac, por lo cual la víctima confió en la sospechosa cuando la recogió afuera de su escuela primaria, la tarde del 11 de febrero.

Los imputados son defendidos por abogados de oficio, mientras los padres de Fátima son representados por Sergio Arturo Ramírez Muñoz, Ana Katiria Suárez y Jorge Alberto Cuadra, quien también ha llevado casos como el de Norberto Ronquillo.

Sobre el motivo del feminicidio, las hipótesis fueron expuestas con base en el testimonio de la tía de Mario Alberto, en cuya casa se refugiaron cuando eran buscados por las autoridades.

Fue ella quien alertó a policías municipales del municipio mexiquense Isidro Fabela de que la pareja intentaba refugiarse en un cuarto y que le habían confesado que golpearon y asfixiaron a la niña porque “no sabían qué hacer con ella”, pues era buscada por su familia y las autoridades.

Todos los elementos de prueba fueron examinados por el juez, quien resolvió vincularlos a proceso por secuestro agravado y feminicidio. Fueron presentados zapatos, un vestido, cabellos y un cuaderno escolar de Fátima que fue encontrado en la vivienda donde vivían Giovana y Mario Alberto antes de darse a la fuga.

El plan de raptar a la menor al parecer fue maquinado por el hombre, pero quien lo ejecutó fue Giovana, aprovechando que la madre de Fátima se demoró en recogerla en la escuela.

Todo porque, aparentemente, Mario Alberto sufre trastornos mentales y tiene un perfil de pederasta, supuestos que serán acreditados con estudios posteriores ya en el Reclusorio Oriente.

(María José Pardo)