Dos jóvenes con estudios en Biotecnología y una Ingeniero Agrónomo en Floricultura, planean producir 100 litros de insecticida biodegradable para aplicarlo en jardines y así atacar plagas como la cochinilla y mosca blanca. Para ello, comenzaron a recolectar 200 kilos de flor de cempasúchil que pondrán a secar al sol y posteriormente meterán la flor que adornó las ofrendas de Los Fieles Difuntos en agua destilada para que suelte sus propiedades naturales.
La Ingeniera Agrónomo en Floricultura y egresada de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Ana Isabel Álvarez, Alejandra Gaytán, licenciada en Biotecnología, también egresada de la máxima casa de estudios mexiquense y Miriam Murillo, egresada de la carrera en Biotecnología por parte del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca, comenzaron a recolectar la flor de cempasúchil a un costado del monumento al Águila, ubicado prácticamente en el primer cuadro de la ciudad de Toluca.
Ana Isabel explicó que cuando tengan los 200 kilos de flor de cempasúchil, la tenderán al sol por dos semanas hasta que seque y se deshidrate, luego, en tinas o recipientes grandes con agua destilada meterán la también conocida como flor de muerto hasta por cuatro semanas o poco más hasta que suelte sus propiedades para luego comenzar a envasar el producto que por primera vez lo producirán en grandes cantidades.
“La flor la vamos a esparcir sobre plástico para que no exista humedad y aprovechar el sol, esto sobre un patio techado por si llueve y evitar también la contaminación de fuera, no vamos a desojar el cempasúchil, vamos a dejar entera la flor en agua y luego de varias semanas se obtiene el concentrado del insecticida que tiene dos ingredientes activos que atacan a plagas que tenemos en nuestro jardín, pero nosotros vamos a preparar todavía el líquido, ya que si aplicamos directamente el concentrado podemos tener resultados negativos hacia las plantas porque es fuerte, entonces, lo que vamos a hacer es diluirlo en la dosis adecuada para aplicarlo”, indicó la Ingeniero Agrónomo.
La licencia en biotecnología, Alejandra Gaytán, puntualizó que también se intenta que la gente de Toluca haga conciencia en el reciclaje de los desechos, pues la flor de cempasúchil, que por mucho duró en los hogares una semana adornando las ofrendas de los Fieles Difuntos, se va directamente a la basura, cuando tiene algunos otros usos en la industria de cosméticos, pues por sus propiedades se ocupa en producir tintes para el cabello.
“Se busca aprovechar todos los compuestos del cempasúchil, por ejemplo, para el tinte serían los carotenoides (pigmentos liposolubles naturales), todo eso se queda en el agua y es lo que vamos a utilizar para hacer el insecticida, por eso es importante dejar todo el tiempo que se necesita de reposo que son alrededor de 10 semanas para que todo quede en el agua”, destacó.
Para seguir recolectando flor de cempasúchil y llegar a juntar de menos 200 kilos, para que durante el mes de enero próximo puedan vender el insecticida por litros, las jóvenes tienen disponible su página de Facebook, Plantarium-Toluca.
Finalmente, el insecticida no tóxico elaborado a base de cempasúchil tiene una duración de tres a cinco meses.
fmma