María, de 20 años de edad, no sabe qué le pudo haber pasado si no tuviera una cicatriz de cesárea.
Esa marca disgustó a sus secuestradores. “Así no sirve”, oyó decir a sus captores y por eso la liberaron.
Se trata de un supuesto secuestro ocurrido afuera del Metro Candelaria, el pasado 3 de febrero, de acuerdo con una denuncia presentada ante el Ministerio Público de Venustiano Carranza 3.
La joven narró que, cerca de las 17:00 horas, salió de la estación del Metro y caminó hacia unos edificios, pasando por puestos ambulantes.
En ese momento, un Chevy negro se detuvo a su lado y un par de individuos la subieron a la pata trasera.
Inmediatamente le taparon la boca y le amarraron las manos con unas agujetas.
Tienes los dedos muy chiquitos, te los vamos a cortar y se los vamos a mandar a tu familia”, le advirtió uno de los agresores.
Lo extraño del relato, según la denuncia, es que a la víctima le tallaron la espalda con un objeto desconocido.
Posteriormente hicieron lo mismo con su brazo izquierdo; finalmente, le levantaron la blusa por delante y le tocaron el abdomen, donde tenía una cicatriz por cesárea.
Así no sirve”, oyó decir a uno de los delincuentes. Tras hacer varias paradas, al fin la dejaron en libertad, sin que supiera la ubicación exacta.
La muchacha pidió auxilio a policías preventivos, los cuales la llevaron a la agencia del MP.
La Procuraduría capitalina (PGJ-CDMX) indaga los hechos, al tiempo que ofreció ayuda psicológica a la joven, quien no quiso seguir con su declaración.
fmma