Main logo

Con experimentos sociales, Mensajeros Urbanos busca crear conciencia

“Mensajes de conciencia para crear un mundo mejor”, es el lema de los jóvenes que insisten en sembrar la cultura social en la CDMX

Escrito en ESPECIALES LSR el

El 7 de febrero peatones y automovilistas resultaron sorprendidos al ver que de  un bache en la esquina de Plaza de la República e Ignacio Vallarta, en la colonia Tabacalera, salían unas flores y otras plantas. Y así en varios baches de otras calles de la ciudad. 

El grupo Mensajeros Urbanos sembró tulipanes y rosas en los huecos que se abren en el pavimento y  filmaba el momento, al igual que muchos de los capitalinos que iban pasando. Subió el video en redes sociales y ahí se ve cómo vecinos, visitantes, conductores y hasta una patrulla los felicitan por sustituir el bache con plantas.

Se trata de experimentos sociales que lleva a cabo este grupo con los que busca crear conciencia para un mundo mejor. Así lo explican Jimmy Alcobendas y Bob Elizarrarás, que forman parte del equipo. Por lo menos en ese caso consiguieron que a las pocas horas la Agencia de Gestión Urbana (AGU) tapara el hoyo, aseguran.

Pero la cantidad de baches exige más acciones como esa y por eso es que volverán próximamente a salir a las calles para poner más flores en los baches, adelantaron a La Silla Rota.

Basados en sus propias ideas o inspirados en lo que ven en otros países, si algo les gusta lo tropicalizan para México, como hicieron en el caso de las flores en los baches, que vieron en un video grabado en Nueva York. Alcobendas presume que el video lleva millones de visitas y que les han escrito desde Brasil y El Salvador, con mensajes de “acá es igual”, pues allá también abundan los baches.

“Mensajes de conciencia para crear un mundo mejor”, es su lema. 

Experimentos

El grupo de tres jóvenes inició la grabación de sus experimentos a partir noviembre de 2013, y uno de ellos consistió en poner un bote con mil pesos para que la gente que estuviera en extrema necesidad tomara lo que necesitara, o quienes quisieran donaran para que otros lo aprovecharan. Los resultados fueron sorprendentes, recuerda Alcobendas.

Les sorprendió que llegara un joven que tomó 500 pesos; Alcobendas no se quedó con las ganas de saber por qué lo hizo y la respuesta que le dio el joven es que necesitaba unos tenis. 

El Mensajero Urbano lo vio, observó que llevaba unos tenis viejos, con agujeros, pero parecido a los que él mismo ha usado, y le dijo al joven que el bote decía que el dinero podía tomarse, pero solo en caso de extrema necesidad. Al muchacho, que era un vendedor de frutas en un carrito, no le importó y se alejó con el dinero.

Eso dejó un mal sabor en Mensajeros Urbanos pero el experimento continuó y cuando quedaban 50 pesos, una persona con capacidades diferentes los tomó  y dijo que con eso le podía alcanzar; pero cerca había una persona en situación de calle y los compartió con él. 

Indiferencia

Fueron precisamente Mensajeros Urbanos los que hicieron el experimento de fingir un secuestro en la esquina de Eje Central y Madero, esa esquina que en cada cambio de semáforo es atravesada por cientos de personas, y la respuesta de la gente los dejó desconcertados.

Si bien no esperaban que alguien intentara meterse entre los presuntos delincuentes, les sorprendió que en cuatro simulacros sólo una persona llamó al 911, y hombres y mujeres observaban pero ni siquiera tomaban el número de placas. 

“Es triste ver que la gente no reacciona”, reflexiona. “Yo entiendo a la gente pero sí que por lo menos alguien llame a la policía.

Ayuda

También han tenido resultados conmovedores, recordó su compañero Bob, quien platicó  que instalaron una silla en la calle e invitaban a la gente a sentarse si querían ayudar a alguien con cáncer. Les tapaban los ojos y entonces surgía un estilista que les cortaba el cabello a los voluntarios y  así apoyaron a la organización Oncoayuda.

En sus experimentos ellos mismos no se han liberado de algún riesgo. Hace más de un año, rememoran ambos, fingieron que encontraban una laptop en un vagón de la estación del Metro Chabacano, y la llevaban con unos policías. Pidieron que la tuvieran en resguardo para ver si regresaba el dueño. La sorpresa fue que los policías no la llevaron al área de resguardo sino querían quedársela ellos.

“Se la clavaron, una policía  se ofendió y nos encerraron y querían que borráramos nuestro material”.

No había delito que perseguir pero el jefe de estación hasta llamó al área jurídica para buscar un motivo para encerrarlos, pero fueron liberados a las dos horas.

Los Mensajeros pidieron que les devolvieran la laptop, que iba en una caja, pero la caja  fue lo único que les devolvieron. Precavidos, ellos habían usado una laptop prácticamente inservible. 

La labor que realizan es financiada con lo poco que se genera por las visitas que hacen a los videos a través de YouTube. "No es mucho pero cada visita ayuda". Y están en busca de más financiamiento,

Pero con él o sin él, tienen claro que lo que quieren es seguir moviendo conciencias.

ams