Los Juegos Olímpicos de Invierno PyeongChang 2018 están por culminar y muchas son las medallas que ya se han repartido, pero ¿cuánto oro hay en cada una de ellas? Esta es probablemente una de las preguntas más recurrentes en torno a las preseas que reciben los campeones, por lo cual nos dimos a la tarea de resolverla.
Contrario a lo que podría suponerse, las medallas no son de oro sólido o puro. El Comité Olímpico Internacional (COI) requiere que los organizadores de unos Juegos Olímpicos entreguen “medallas de oro” hechas principalmente con plata. Eso sí, deben ir bañadas o cubiertas en al menos 6 gramos de este metal precioso, y la plata debe tener una pureza de al menos 92.5 por ciento.
En el caso de PyeongChang 2018, los organizadores están entregando a los campeones olímpicos medallas de oro hechas con 580 gramos de plata de una pureza del 99.9 por ciento, bañadas en 6 gramos de oro, que son el requisito a cumplir. Así que la próxima vez que veas a un atleta coronarse como campeón en esta justa deportiva, trata de imaginar lo que se siente colgarse al cuello una presea de casi 600 gramos durante los 10-15 minutos que dura una ceremonia de premiación.
Como dato adicional, las medallas de plata están hechas con 580 gramos de plata (pureza del 99.9 por ciento), mientras que las de bronce están hechas de – sorpresa – 493 gramos de una aleación de cobre.
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Entonces ¿cuál es el valor comercial de estas medallas? En números redondos, tomando en cuenta las composiciones mencionadas, una medalla de oro ronda los 600 dólares, mientras que una de plata se podría cotizar en unos 320 dólares, y la de bronce… no supera los 4 dólares.
Si las medallas de los campeones olímpicos estuvieran hechas de oro puro, tendrían un valor aproximado de 25,110 dólares cada una, tomando en cuenta el precio de oro cotizado por el portal www.moneymetals.com (42.85 dólares por gramo, multiplicado por 586 gramos).
Aunque el valor comercial de estas preseas se puede calcular, no es el caso del valor sentimental o el valor comercial que una medalla podría alcanzar en una subasta, ya que cada metal olímpico tiene su propia historia. Como ejemplo, una de las medallas que ganó Jesse Owens en los Juegos Olímpicos Berlín 1936 se subastó hace unos años en 1 millón 466 mil dólares.
Con información de FORBES México
jla