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“Me quedé sin frenos”, gritó el chofer antes del impacto

Según los vecinos, en Cuautepec es constante que ocurran accidentes porque los microbuseros conducen mal y se pelean por ganar pasajes

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Escrito en METRÓPOLI el

María de Jesús y su esposo abordaron a las 6:30 horas el autobús de la Ruta 18 para ir a una cita médica a una clínica en Ticomán; 30 minutos después, el chofer gritó a los pasajeros que el vehículo se había quedado sin frenos, cinco cuadras más adelante se impactó contra una barda, tres automóviles y arrolló a los peatones que estaban sobre la banqueta.  

“Nos avisó a la altura de Las Jardineras, justo donde comienza la bajada. El micro iba muy lleno y la gente se espantó, hubo mucho pánico, se escuchaban gritos. Mi esposo y yo íbamos sentados y nada más nos agarramos de donde pudimos hasta que sentimos el golpe”. 

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El accidente, que dejó al menos 33 personas lesionadas y donde el chofer se dio a la fuga, ocurrió en las calles 16 de septiembre y avenida del Castillo, colonia Del Carmen, delegación Gustavo A. Madero. 

La unidad iba saturada y de acuerdo con la señora María y los familiares de otra mujer lesionada, el autobús cambió la ruta, ya que de manera oficial no debería de circular por esa avenida. Sin embargo, cuando las unidades se saturan o para ganar pasaje, se van por esa vía. 

“Fue en las jardineras donde nos dijo que se había quedado sin frenos y se vino a estampar en la casa de piedra (así le dicen los vecinos a la construcción donde se impactó). Aparte se llevó más carros. Cuando nos dijo, hubo quienes nos agarramos y empezó el pánico”. 

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Relata que ella y su esposo estaban sentados en la parte de adelante. Después del impacto y entre el caos, María de Jesús logró salirse por la ventana, comenzó a buscar a su esposo porque no lo veía. Cuando lo encontró lo ayudó a salir, porque se dañó un pie y no podía caminar. 

“Ya cuando estábamos afuera, le dije a mi esposo que nos fuéramos al hospital, pero él me dijo que nos esperáramos, que alguien nos iba ayudar. Luego llegaron las ambulancias y ya nos trajeron a urgencias del hospital Magdalena de las Salinas”. 

Ella se pegó en la cabeza y se lesionó la nariz, rodilla y brazo del lado derecho. Además se fracturó uno de sus dedos. Fue dada de alta a las 16:00 horas. Sin embargo, su esposo se quedó internado en el hospital, ya que le iban a realizar una cirugía en el pie. Los doctores le comentaron que quizá le tengan que poner clavos. 

Gabriela Esther Martínez también iba a bordo de la unidad de transporte público. Se dirigía a su trabajo. Es empleada de intendencia en una escuela primaria. Salió de su casa a las 6:45 horas. Tenía 10 minutos arriba del autobús cuando chocó. 

En el accidente quedó prensada. Su hija, Karla Domínguez Martínez estaba en su casa cuando un señor, quién asistió a su mamá, le avisó lo que había ocurrido.  

“Cuando yo llegué todavía estaba mi mamá en la unidad. Nos decían que no la podían bajar porque estaba prensada. Me acerqué al camión y ya la estaban bajando los paramédicos. Tenía un golpe en la cabeza y traía un pedazo de carne colgando. La vi y me espanté mucho. Todavía estaba consciente porque me habló por mi nombre, pero ya al subirla a la ambulancia empezó a delirar. Se puso mal”.

Su papá se fue con ella en la ambulancia. Fue trasladada al hospital Magdalena de la Salinas en la delegación Gustavo A. Madero. A las 10:00 horas entró a cirugía y hasta las 16:30 no le daban informes de su evolución. Sólo que seguía en el quirófano.  

“LOS MICROBUSEROS DE LA ZONA SON UNOS CAFRES”

Karla comenta que en la zona, Cuautepec Barrio Alto, el servicio del transporte público es pésimo. Los microbuseros manejan muy mal, “son unos cafres”. Se pelean el pasaje, van con la música a todo volumen, se pasan los altos y no respetan las señales de tránsito. Es por ello que seguido ocurren y provocan accidentes. 

“Era una bajada demasiado empinada y ni siquiera es la ruta de los micros, pero no sé por qué se bajó por ahí. Se supone que le deben de dar la vuelta, ahí están las consecuencias”. 

La hermana de la señora Gabriela Esther agrega que los autobuses no tienen permitido irse por esa vialidad, que es 16 de septiembre, sino que su ruta es por la calle Xochitla, pero es más largo. 

“Se van por ahí cuando los micros ya van llenos o le quiere ganar al que viene atrás, se bajan por ahí y si las unidades no están bien cuidadas, esto es lo que sucede. Seguido se salen de la ruta y se van por otros lados y como vivimos en cerro, aunado a ello, el pavimento está en malas condiciones o cuando llueve se pone muy resbaloso”. 

Luego del accidente, la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México inició un proceso de revocación inmediata de la concesión 0180511 de la Ruta 18. 

“El ramal Ferroplaza-Tlalpexco, será suspendido 30 días, a partir del día 21 de septiembre y hasta el 20 de octubre de este año. Aunado a esto se mantiene contacto con los representantes de la ruta a efecto de que cubran los gastos médicos derivados de este percance”, informó la dependencia mediante un comunicado.

ams