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Vientres de alquiler: una forma de esclavizar a la mujer

Para activistas, las partes del cuerpo y las personas no están sujetas al comercio, como ocurre con la maternidad subrogada

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Escrito en METRÓPOLI el

La gestación o maternidad subrogada es una práctica que vulnera derechos de las mujeres y de los menores. En México hay iniciativas que plantean la legalización de esta práctica. Sin embargo, esto abriría la puerta a un negocio plagado de irregularidades como la trata de personas, advirtieron integrantes de la organización Feministas Mexicanas contra Vientres de Alquiler (Femmva).

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En conferencia de prensa señalaron que la maternidad subrogada es un negocio en el que las mujeres son vistas como fábricas de gestar, y dar a luz bebés para terceros a cambio de dinero.

Instaron a la sociedad y legisladores a no permitir que se legalice y con ello se normalice la idea de las mujeres como meros instrumentos al servicio de los deseos de otros, aún a costa de su vida y de su bienestar.

Esta práctica se permite en los estados de Tabasco y Sinaloa, pero hay actualmente varias iniciativas que pretenden regularla en un plano federal.

“Se acaba el periodo legislativo y esto no puede quedar en el cajón de los pendientes. Urgimos a que se prohíba la explotación reproductiva de las mujeres de una vez por todas. Nuestras leyes estipulan que las partes del cuerpo y las personas no están sujetas al comercio. Nos oponemos a que se normalice al cristalizar en leyes una práctica que atenta contra la dignidad humana de las mujeres”, indicó María del Rocío Fernández.

Atenea Acevedo, de Femmva, relató que la experiencia internacional y local sobre regular esta práctica no genera un cambio positivo. Al contrario, no deja de haber clandestinidad, ya que se presta a la trata y tráfico de personas. 

 

“Nosotras defendemos la legislación que promueva una prohibición. Proponemos que el Estado se haga cargo de proporcionar a la ciudadanía medios de vida dignos, un trabajo digno a las mujeres. Gestar para otros no es un trabajo, es una forma de explotación”.

Agregó que el problema de fondo es la feminización de la pobreza, la precariedad de las mujeres que se ven orilladas a alquilar sus cuerpos.

Si se legisla a favor abriría la puerta a otra forma de mercantilización, así como a otras prácticas que estarían violando lo que ya está consagrado en la ley, advirtió Acevedo.

“Si la ley dice que el cuerpo humano y sus partes no son objeto de comercio, entonces ¿por qué permitir que el útero y el resto del cuerpo de una mujer sí fuese objeto de comercio?”.

En tanto, María del Rocío Fernández explicó que son empresas extranjeras las que ofrecen este servicio. Aprovechan los vacíos legales en países subdesarrollados, tanto de Asia como de Latinoamérica, así como de la precariedad en la que viven muchas mujeres de esas naciones.

En México han detectado que las agencias extranjeras convencen a mujeres de escasos recursos e indígenas para alquilar su vientre. Muchas de ellas aceptan por la complicada situación económica que viven.

“Los motivos por los que las mujeres participan en esta práctica son la pobreza extrema o la carencia constante de recursos, su elección no puede ser considerada como libre”, afirmó Atenea Acevedo.

Advirtió que una legislación a favor de la gestación subrogada no asegura el bienestar de las mujeres, sino el enriquecimiento de los intermediarios.

fmma