Ciudad de México (La Silla Rota).- Un infante de marina mexicana ha hecho de la caza de jefes del cártel un deporte, y ha encontrado un pasatiempo poco ortodoxo: burlarse de los jefes de los cárteles detenidos al vestirlos en lencería y obligarlos a besarse entre ellos como castigo.
Su nombre es Erick Morales Guevara, conocido como El Marino Loko, El Martillo, o Sr.Thor y habría capturado a varios líderes del narcotráfico en el norte del país, de acuerdo con el portal texano Breibart.
El marino, añadió el diario, “a veces rompe las reglas, pero conseguirá hacer el trabajo”.
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El objetivo de estos actos es “redimir algo del mal que han hecho”, diría en un mensaje en video realizado presuntamente por el mismo Morales Guevara.
De acuerdo con altos mandos consultados por el diario, el equipo de Morales ha estado detrás de una serie de “importantes” detenciones y aseguramientos de efectivo, drogas y armas, que “deterioraron gravemente las operaciones de los cárteles del narcotráfico”.
“En los bajo fondos de México, la virilidad y la masculinidad son sinónimo de valentía”, por ello humillan de esta forma a los narcotraficantes, según dijo un oficial de la Marina al medio estadunidense.
La misión
Hombre detenido que posa con un martillo en referencia al "Señor Thor" (Foto. Breitbart)
Morales Guevara tiene una estatura de 1.70 metros y cuenta con un equipo de inteligencia y táctico, con los cuales opera en las misiones que le son asignadas.
En 2015 fue enviado a la ciudad fronteriza de Reynosa. Su orden: arrestar a Julián Loisa Salinas, El Comandante Toro, ubicado como líder regional del Cártel del Golfo.
“Morales Guevara estaba cerca de la captura de Toro, pero de repente se le envió a la ciudad de Tampico”, refiere el medio.
Sus hechos tomaron relevancia cuando fue captado en video su incursión en la casa de Silvestre Haro Rodríguez, El Chive, quien había sido líder del Cártel del Golfo en Tampico.
Érick Morales Guevara allanó una de las propiedades de “El Chive” como parte de un operativo para localizarlo. El miembro de la Marina Armada de México vandalizó con un plumón la fotografía del padre del capo, quien recientemente había fallecido, y se robó sus cenizas, de acuerdo con Breitbart.
Fotografía que fue vandalizada (Foto. Breitbart)
También allanó la casa de otro líder del Cártel del Golfo, “El Mimido”, donde vistió con lencería de mujer a los hombres armados y los obligó a besarse entre ellos para divertir a su tropa.
Una fotografía muestra al marino posando a lado de un sujeto golpeado vestido con lencería negra y roja. En otra imagen se ve a un hombre, sin camisa y encañonado, con el rostro golpeado y ensangrentado con un martillo en el mentón.
El Chive fue capturado en un hospital local en Tampico y semanas más tarde las autoridades federales reportaron la captura de su hermano, Marco Antonio Haro Rodríguez.
El fin del “Marino Loko”
La labor de Morales en Tampico terminó cuando el Cártel del Golfo lo amenazó y calificó de “rata de alcantarilla” por meterse en sus propiedades y robar las cenizas del padre de “El Chive”, añadió Breibart.
“¿Por qué no le dices al Gobierno cuánto te robaste de Altamira cuando fuiste por todo el arsenal? […] Si este perro sigue metiéndose con la familia verán los resultados. Se convertirá Tampico en un campo de guerra”, le escribieron en una lona colgada en un puente.
No obstante, otras fuentes consultadas no precisaron qué hace actualmente Morales, pero afirmaron que se está “divirtiendo” en Michoacán, donde continúa con la captura y viste de lencería de mujer a sus víctimas.
El caso del Marino Loko generó tal polémica que orilló al secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, a ofrecer una disculpa pública.
Torturas
Crisis Group cuestionó en un artículo que el sistema de justicia penal del país tiene una excesiva dependencia a las confesiones para determinar la culpabilidad de una persona.
Mientras que un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos determinó que los problemas más significativos de México relacionados con los derechos humanos involucran a sus fuerzas de seguridad y a militares, envueltos en abusos serios como asesinatos, tortura y desapariciones.