Antes de regresar a Chihuahua con los restos de Norberto Ronquillo, su mamá Norelia Hernández visitó la Basílica de Guadalupe para depositar una ofrenda de 22 rosas en agradecimiento por los años que vivió su hijo y compartió con ella.
Hernández, acompañada de familiares y amigos, fue recibida por uno de los canónigos del cabildo del recinto mariano. Se dirigió al camarín que resguarda la imagen de la Virgen de Guadalupe, donde rezó por las familias que sufren la desaparición de sus seres queridos.
Frente a la imagen de la virgen, Norelia no pudo contener el llanto y agradeció que le hayan regresado a su hijo, el joven estudiante de la Universidad del Pedregal, secuestrado el pasado 4 de junio, cuyo cuerpo fue localizado en Xochimilco.
Norelia pidió a la Guadalupana que perdonara a los asesinos de Norberto y “convertirlos” para que ninguna madre sufra lo que ella.
No sabemos porque lo hacen, Madre, no sabemos qué sufrimientos tienen ni qué pasaron ni por qué los orilló la vida a cometer estas atrocidades, pero tú, Madre, tú sí lo sabes, sabes el sufrimiento de cada uno de tus hijos, puedes tomar sus corazones y convertirles (…) para que ninguna madre vuelva a sufrir como nosotras, perdónalos”.
Luego de depositar el ramillete de las rosas y agradecer al canónigo, manifestó estar lista para partir a Chihuahua.
La mañana de este miércoles la familia de Norberto llegó a la ciudad de Meoqui donde le realizarán un homenaje y por la tarde marcharán para exigir justicia y paz.
fmma