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Los otros peligros ambientales del NAICM

El proyecto sería un trabajo muy cercano a la ecología, sustentable y que incluso traería beneficio al ambiente; pero todo indica que no lo será

Escrito en METRÓPOLI el

El proyecto más ambicioso de la actual administración federal parece no vivir su mejor momento: el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

Con un costo de inicial de 13 mil millones de dólares, al inicio del plan, el aeropuerto sería un trabajo muy cercano a la ecología, sustentable y que incluso traería beneficio al ambiente. Sin embargo, como avanzan las labores, parece que esta idea se está alejando.    

El pacto pro medio ambiente se habría roto con la entrega de tierras designadas a la reservación, alrededor de 202 hectáreas al municipio de Chimalhuacán, donde se prevé la construcción de una universidad, campos de fútbol para un centro deportivo y un parque industrial.

La entrega se dio con el fin de evitar conflictos locales como anteriormente ha sucedido en el lugar. Aun así, existen más de 200 familias que dicen ser las propietarias originales del terreno que ahora le pertenece a Chimalhuacán.

Saben que los terrenos no les serán devueltos, pero exigen una compensación justa, la cual no ha llegado.

La zona donde se construye el NAICM no es cualquier lugar, es el lecho del antiguo Lago de Texcoco, el cual, luego de la conquista, fue drenado y actualmente, sin una fuente natural de agua el terreo blando, se está hundiendo.

Incluso, por los sismo de septiembre pasado, se reportaron hundimientos de cinco centímetros en los terrenos del NAICM.

Por ello, el plan de gobierno es generar una red de canales, túneles y cinco nuevas reservas para recolectar los vertidos que se drenan en la zona.

Esto sin mencionar la nula existencia de un plan contra inundaciones, mismas que ya han sido alertadas anteriormente por la Unidad de Gestión para el Desarrollo Sustentable.

Otro de los métodos para restaurar el lugar definido por el gobierno como “ambientalmente degradada” es reforestar con pinos salados.

Al respecto, un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) menciona la preocupación sobre estos árboles, pues no son nativos de México y son tan invasivos que podrían dañar todo el ecosistema.

El gobierno federal tiene, además, que presentar el proyecto ambiental para el hotel del aeropuerto y las áreas comerciales.

Sin mencionar, los planes para la conservación y el uso de suelo de los casi 70 kilómetros cuadrados que rodean al futuro NAICM con inauguración prevista para 2020.

Con información de New York Times

rgg