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Lizbeth, el otro caso de una mujer embarazada asesinada que indignó a Tabasco

La joven había abordado un mototaxi para dirigirse de casa de su mamá a su domicilio, a diez cuadras; ahora mujeres exigen justicia y no más feminicidios

Escrito en ESTADOS el

POMOCA, Tabasco.- Lizbeth Jimenez Chablé tenía ocho meses de embarazo y la noche del Domingo de Resurrección su cuerpo fue encontrado entre los matorrales. Su hijo de cuatro años que estaba con ella, quedó deambulando por la comunidad de Pomoca.

La joven de 24 años visitó ese día a su madre, en el mismo fraccionamiento donde vivía. Por la noche, para regresar a su casa solicitó un servicio de mototaxis, conocidos como “Pochimovil”, comunes por las calles de este lugar.

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Eran cerca de las 20.30 horas, cuando acompañada su pequeño, Lizbeth se despidió de su madre y abordó el transporte para casa, donde le esperaba su marido.

Dos horas y media después la joven embarazada fue localizada muerta con 20 lesiones de arma punzocortante, desnuda y con signos de abuso sexual en un paraje a la orilla de un camino de terracería que comunica a la ranchería Coralillo, Nacajuca.

La Policía se movilizó cuando se conoció la desaparición de la joven madre, luego de que su menor hijo fue localizado solo y en llanto, en la entrada del camino de terracería, donde termina el fraccionamiento de Pomoca.

La casa de la mamá, localizada en la calle Teotihuacán, manzana 2, departamento 9-II, se encuentra a unas tres cuadras de distancia del inicio del camino de terracería, donde esa noche fue asesinada su hija Lizbeth. Este martes, en ese domicilio se efectuó el velorio.

Este fraccionamiento ubicado a 15 kilómetros de Villahermosa, es una “ciudad dormitorio”, donde sus habitantes salen por la mañana a sus actividades y retornan por las noches.

Está conformado por unas cinco mil casas y departamentos adquiridos por créditos Infonavit, FOVISSSTE y bancarios. A raíz de la crisis de la industria petrolera existe gran cantidad de casas desocupadas y abandonadas.

Paralelamente creció la inseguridad, drogadicción, alcoholismo. Y uno de los focos de preocupación es precisamente la cantidad de “Pochimoviles” que son operados por menores de edad, alcoholizados y drogados, sostiene el director de Seguridad Publica Municipal de Nacajuca, Jonás Torres.

Hasta el año pasado se tenían contabilizados mil 500 mototaxis, y una gran cantidad operando de manera irregular, “piratas”, que no pueden controlar las autoridades del estado.

En el caso del homicidio de Lizbeth, la madre de la víctima, Luz del Alba Chablé, asegura que el culpable es el chofer del “Pochimovil” que abordó su hija, por lo que exige justicia y detengan lo más pronto posible al atacante.

El Comité de Derechos Humanos de Tabasco A.C. (Codehutab), organismo que ha exigido se decrete la Alerta de Género en la entidad, contabilizó el registro de 106 feminicidios en los últimos siete años, del periodo 2012 al 2017. El año pasado fueron 21 casos de asesinatos violentos de mujeres.

Esta ONG lamentó que tan solo en 15 días de esté 2018, en el estado se hayan registrado tres casos de feminicidios, y expresó su preocupación de “las supuestas acciones” del gobernador Arturo Nuñez Jimènez “para hacer frente a este delito”.

El Codehutab criticó “las irregularidades, inconsistencias y mentiras del gobierno del estado sobre las acciones que supuestamente realizó, para evitar emitir la Alerta de Violencia de Género.

También cuestionó de que “cuántas muertas más se necesitan para que reconozca que es necesario decretar la Alerta de Violencia de Genero.

Por su parte la organización Observatorio Ciudadano de Tabasco (OCT), igual afirma que son escasas las acciones realizadas por el gobierno del estado para la erradicación de la violencia de género, y citó que en el año 2017 la entidad ocupó el cuarto lugar nacional en la tasa de feminicidios, con 2.2, solo por debajo de Sinaloa con 5.3, Oaxaca 2.7 y Morelos con 2.6.

La señora Luz del Alba Chablé Gómez, 52 años, con su nieto ya a esa hora huérfano de madre, Iván Enrique Ramos Jiménez, 4 años, con lesiones en el rostro, ya atendido en la clínica del IMSS en ese fraccionamiento, fue quien ese domingo 1 de abril, reportó la desaparición de Lizbeth y pidió auxilio a la patrulla número 2247 asignada a este fraccionamiento.

El domingo 1, la policía recibió el aviso a las 22.20 horas, y el relato de la mamá de la victima de que su hija había abordado un pochimovil para dirigirse a su casa, luego de visitarla.

La abuela del menor, ya con acompañada de su nieto, todavía le marcó a Lizbeth a su celular, pero ya no le contestó.

La policía inició la búsqueda y logró localizar el cuerpo sin vida, desnudo. A las 01.00 horas del lunes 2, el esposo David Romero Flores, 30 años, fue quien llegó al punto del feminicidio para identificar a su esposa. Él confirmó que llevaba ocho meses de embarazo.

La madre exige a las autoridades que se dé con el paradero del homicida de su hija Elizabeth y aseguró que ya son tres casos de mujeres asesinadas que se registran en el fraccionamiento, y reiteró la petición de que se realice una revisión de los Pochimóviles de la zona.

“Yo lo único que quiero que hagan justicia, que revisen bien los Pochis de Pomoca, es lo único, porque no soy yo la única mamá, ya somos tres mamás que nos quitan a nuestras hijas”, dijo la adolorida y acongojada mamá.

Condenó las muertes de su hija y del bebé que llevaba en el vierntre, además de lastimar a su otro hijo.

“Lo único que pido es justicia, justicia, para ese hombre que lo encuentren, que lo busquen, que las autoridades pongan a trabajar a su gente, a buscar a este hombre que mató a mi hija, vuelvo a repetir no soy la única somos tres mamás que hemos pasado por esto aquí en Pomoca”.

Exigen justicia por Lizbeth y otras mujeres más

Un grupo de mujeres y miembros de organizaciones de la sociedad civil efectuó una protesta por la alta incidencia de feminicidios en Tabasco, cuya tasa es el cuarto lugar a nivel nacional.

El mitin se efectuó frente a la “Quinta Grijalva”, residencia oficial del gobernador de extracción perredista Arturo Núñez Jiménez.

La inconformidad se reavivó por el feminicidio de Alba Lizbeth Jiménez Chablé, madre de un menor y con embarazo de ocho meses, quien fue asesinada la noche del domingo 1 de abril, luego de que abordó un mototaxi para dirigirse a su domicilio en el fraccionamiento Pomoca, del municipio de Nacajuca.

“Alba era nuestra compañera de trabajo. Una mujer muy joven. Madre cariñosa y responsable de un niño de 4 años”, expresaron sus compañeras de trabajo en una dependencia del gobierno estatal.

“Todos los días lo pasaba a dejar temprano a una guardería cerca de la oficina y puntualmente lo pasaba a buscar a las tres de la tarde para pasar el resto del día a su lado. Atendiendo, como todas las madres lo hacemos, las necesidades básicas de los niños”.

 “Alba esperaba su segundo hijo. Estaba en el noveno mes de gestación. Un segundo varoncito. Tramitó su incapacidad laboral para disfrutar y cuidar a su próximo angelito en sus primeros meses de vida. Alba y su familia tenian "toda la vida por delante". 

“Alto a las muertes de mujeres. Las queremos vivas”, gritaron en coro varias veces, “para que lo escuche el gobernador”.