PUEBLA (La Silla Rota).- Este día los habitantes de Santo Tomás Hueyotlipan amanecieron con la noticia de que el templo de San Miguel Xaltepec había sido profanado, la corona de plata de San Miguel Arcángel desapareció.
Tras una revisión del inmueble, corroboraron que los delincuentes robaron al príncipe de la milicia celestial como se concibe a San Miguel Arcángel.
El año pasado, un estudio del Centro Católico Multimedial indicó que Puebla es el estado con más robo de arte sacro, seguido de Tlaxcala, Estado de México, San Luis Potosí, Hidalgo, Guanajuato, Zacatecas, Morelos y Jalisco.
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Santo Tomás Hueyotlipan se ubica a sólo una hora de la capital poblana, cerca del municipio de Tepeaca donde la incidencia delictiva creció a consecuencia de la presencia de bandas que ordeñan y venden gasolina y gas LP en la zona denominada Triángulo Rojo.
Cuando los encargados del templo -próximo a celebrar su fiesta patronal en el mes de septiembre- se percataron que las puertas estaban violadas, se reunieron frente al atrio para averiguar qué había ocurrido.
Tras confirmar el hurto, las autoridades eclesiásticas informaron a los habitantes y se trasladaron ante las autoridades ministeriales para presentar la denuncia formal de la desaparición de la corona de San Miguel Arcángel.
El robo se presentó a cinco días de que una pareja se salvara de ser linchada en el municipio de San Salvador Huixcolotla, donde intentaron robar objetos de la iglesia del barrio de La Candelaria, cuando también intentaron robar la corona del santo patrono.
El intento de robo el viernes pasado, provocó que un grupo de unas 200 personas se agruparan afuera de las instalaciones del palacio municipal para exigir les entregaran a los presuntos responsables para ser linchados.
Sin embargo, el alcalde Filomeno Cruz logró que la muchedumbre enardecida accediera al traslado de los delincuentes ante el Ministerio Público de Tepeaca.
Los acusados eran una mujer y un hombre de 25 a 30 años de edad.
Puebla sin catálogo de arte sacro
Desde 2012, el entonces coordinador de los diputados locales de Acción Nacional, Mario Riestra Piña sugirió que el Instituto Nacional de Antropología e Historia organizara un catálogo de arte sacro, sin embargo, hasta el momento las autoridades eclesiásticas no han logrado que las piezas con valor histórico sean catalogadas.
México, aunque es el segundo con mayor número de católicos del mundo, ocupa el primer lugar de robo de arte sacro en América Latina.
El presbítero José Raúl Hernández Schäfler, extitular de la Comisión de Arte Sacro del Arzobispado de México, en una entrevista que concedió a LA PRENSA manifestó: “por qué hay robo de arte sacro, porque hay quien lo pida por encargo… demandan una imagen de tal santo o virgen para que luzca en casa de políticos, coleccionistas, narcotraficantes o algunos ricos o millonarios”.
Este martes, la delincuencia en Puebla no respetó ni al príncipe de la milicia celestial.
mvf