Tras la toma de Afganistán por parte de los talibanes, el cierre de fronteras y las medidas proteccionistas han generado una crisis económica al interior del país, lo cual ha disparado la práctica del matrimonio infantil forzado.

El  Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) denunció el aumento de estas prácticas en Afganistán como consecuencia de las precarias condiciones de vida. UNICEF se encargó de documentar el caso de una recién nacida que fue dada en matrimonio por su familia para subsistir. 

De acuerdo con los datos del Fondo de Naciones Unidas, incluso antes de las confrontaciones políticas se habían registrado 183 casos de matrimonios infantiles y diez casos de venta de niñas y niños entre 2018 y 2019. También señalan que alrededor de un 25% de las mujeres entre los 15 y los 49 años de edad se casaron antes de cumplir 18 años.

Foto UNICEF

El precio por la novia

Aunque en las leyes afganas se señala que la edad mínima para contraer matrimonio es de 16 años para las mujeres y 18 para los hombres, la tradición de dar a las niñas y adolescentes en matrimonio perdura en las zonas rurales. 

A pesar de que se asocia esta práctica con el Islam, (religión predominante en el país) no existe una justificación desde esta creencia espiritual que respalde el “precio por la novia”, dote o “mehr”, que se refiere al “precio” que se paga por ella a su familia. Esta práctica es la principal razón por la que el matrimonio infantil se sigue practicando en estas zonas.

Las niñas y el matrimonio forzado

Según las cifras presentadas por la organización internacional Save The Children, cada 7 segundos una niña menor de 15 años es obligada a contraer matrimonio en el mundo. El matrimonio infantil es una violación a los derechos humanos de las niñas y adolescentes, ya que les impide vivir de manera libre y plena su infancia, se les niega el derecho a la educación y son obligadas a ser madres a temprana edad. 

Este es un problema que no sólo se presenta en Afganistán sino que continúa practicándose en áreas rurales en todo el mundo, respaldadas bajo las tradiciones y las costumbres.

Con información del Correo ES