Conocer tu cuerpo es fundamental, más si hablamos de los órganos sexuales. Por eso, en esta ocasión te contaremos más sobre tu vulva y algunas de sus curiosidades que quizá te serán de gran ayuda en tus próximos encuentros sexuales.
Empecemos por aclarar que la vulva ha sido confundida con la vagina durante mucho tiempo. La vulva es el conjunto de partes externas de los genitales femeninos, mientras que la vagina se encuentra en la zona interna.
Es importante que también sepas que ¡tu vulva es única! Especialistas afirman que no hay dos que sean iguales, a pesar de que están compuestas por las mismas partes: labios vaginales, clítoris, la abertura vaginal, orificio uretral y monte de venus.
Aquí te compartimos una imagen en 3D para que conozcas sobre tus órganos sexuales:
Los labios vaginales son pliegues de piel que se encuentran alrededor de la abertura vaginal. Los labios mayores o externos son carnosos y están cubiertos de vello púbico, mientras que los menores están internos. Empiezan en el clítoris y terminan debajo de la abertura vaginal.
La punta del clítoris se ubica en la parte superior de la vulva, exactamente donde se juntan los labios internos. Su tamaño es variable y se encuentra cubierto por el capuchón del clítoris. El resto de esta parte tan importante de la anatomía femenina está dentro del cuerpo.
Después del clítoris se encuentra el orificio uretral, que es el pequeño orificio por donde sale la orina. Debajo de él está la abertura vaginal, que es por donde sale la menstruación cada 28 días y también por este lugar nacen los bebés.
La última parte es el monte de venus, que es un montículo carnoso que se encuentra sobre la vulva. Esta área protege al hueso púbico y está cubierta de vello.
Algunas curiosidades de los genitales femeninos es que pueden ser de diferente tipo, por ejemplo, hay labios vaginales cortos y largos, así como de color rosa o más oscuros. Además, una de sus principales cualidades es que son muy sensibles y se expanden durante la excitación sexual.
Otra de las peculiaridades es gracias al clítoris, una zona femenina que hasta hace algún tiempo era un tabú. Su principal función es dar placer, está compuesto por un tejido esponjoso que se expande durante la excitación sexual y tiene miles de terminaciones nerviosas, más que cualquier otra parte del cuerpo.
Ahora que sabes un poco más sobre tu vulva puedes aplicar la autoexploración para conocer tu cuerpo y detectar qué es lo que más disfrutas.