Trabajadoras del Sistema de Transporte Colectivo (STC) han quedado en listas de espera para la reanudación de servicios médicos que forman parte de las prestaciones de ley a las que son acreedoras. Esto debido a los recortes presupuestales que se han hecho para solventar los gastos derivados de dos incidentes: el primero aconteció el 9 de enero, cuando el Puesto Central de Control I (PCCI) se incendió; y el segundo fue el 3 de mayo cuando colapsó un tramo del tren de la Línea 12 del Metro.

A raíz de los incidentes del Metro, empleados resintieron los recortes presupuéstales del la institución. “Me pusieron en lista de espera para recibir atención psicológica y aún no me llaman para retomarla”, dijo en entrevista Laura (nombre ficticio), trabajadora del área de taquilla del STC Metro, quien habló sobre los cambios y deficiencias que se presentaron en el 2021 respecto a la atención médica especializada para los y las empleadas. Dentro del STC Metro existen policlínicas o clínicas internas, donde el personal es evaluado para después ser enviado a un hospital.

Laura es una trabajadora del área de taquilla desde hace más de 20 años, ella fue una de las principales afectadas por la pérdida de atención médica especializada. Comenzó a tomar terapia prescrita debido al duelo y a la presión laboral que vivió durante la pandemia.

“Parte de la situación de pedir ayuda psicológica también estuvo relacionada con el exceso del trabajo y el estrés durante la pandemia. No dejar de trabajar, cubrir horas extras sin pago, la presión de tener operativamente todo en óptimas condiciones, que no se dejara de dar servicio, todo eso generó en los trabajadores estrés y cansancio, muchos pedimos ayuda psicológica y nos la otorgaron, pero después la suspendieron por falta de pago”, señaló.

ATENCIÓN MÉDICA

En algunos casos, como el de Laura, la atención médica  tuvo que ser pagada por las y los trabajadores.  “A mí me suspendieron la atención psicológica y ya no me la han renovado, me pusieron en espera desde mayo de este año, esperé tres meses y como no me dieron seguimiento busqué por otro lado. Muchos compañeros han tenido que pagar su atención médica porque no se les ha dado seguimiento médico adecuado desde la empresa”, compartió.

Los empleados también han reportado  falta de medicamentos, principalmente aquellos que estaban prescritos por alguna enfermedad crónica o degenerativa. “Varios compañeros tuvieron que comprar su medicamentos porque ya no había para cubrir los tratamientos que estaban fijos. Aunque ya hicieron el cambio de hospital, el nuevo hospital tiene otras deficiencias. No existen materiales para cirugías especializadas están suspendidos varios pases de especialidades como ginecología, obstetricia, neurológico, varias”, compartió Laura.

De hecho, en enero del 2021, en medios,  se registraron protestas por parte de los empleados, se quejaron por descuentos a sus estímulos, retiro de servicios médicos, jornadas extras y reajustes de turno por personal vulnerable en  durante la pandemia.

De acuerdo con un comunicado del Gobierno de la Ciudad de México, dentro del STC laboran alrededor de 5 mil 600 mujeres, de las cuales 4 mil 366 son madres, 80% de las mujeres que laboran dentro del Metro lo hacen dentro del área de taquilla. De acuerdo con testimonios de la taquillera, el retraso en la atención especializada en las áreas de pediatría, ginecología y obstetricia, no sólo representan una vulneración de sus derecho a la salud, sino de las personas que están a su cargo.

“En algunas clínicas no hay ginecólogos, en otras no hay ortopedistas, no hay pediatras, si yo tuviera necesidad de acudir a ginecología y no hay en la clínica que me toca, tendría que mandarme a otra que está más lejos. No hay los servicios completos para atender a los trabajadores, ni siquiera hay urgencias, he mandado compañeras a sus clínicas por urgencias médicas y las mandan más lejos porque no pueden atenderlas ahí, no hay médicos en las policlínicas”, señaló Laura, quien tiene un puesto de gerencia.

A pesar de que el servicio médico se está reintegrando al interior del sistema, las preocupaciones respecto a las prestaciones son latentes entre el personal. En algunas estaciones aún es posible encontrar las cartulinas de las y los trabajadores que exigen condiciones de atención adecuadas. Todo esto es lo que se esconde detrás de las consignas que siguen presentes de forma silenciosa en toda la red del Metro, el desgaste del STC no sólo se refleja en las instalaciones, sino en las personas dentro del sistema.

CRISIS AL INTERIOR

Los gastos económicos derivados de ambos accidentes generaron una fuerte pérdida económica al interior del sistema. La falta de especialistas y atención médica para el personal del STC no es algo nuevo. Sin embargo, este año tomó gran importancia debido a la amenaza que se realizó por parte del Sindicato Nacional de realizar paro de actividades a inicios del año. En un oficio firmado por el dirigente del Sindicato Nacional,  se señalaba la omisión de pagos por parte de los directivos del STC Metro para los servicios de atención médica y hospitalaria, comedores, medicamentos y ropa de trabajo desde el 2019. “A nosotros nos deben uniformes desde 2019, nos deben los de ese año, los de 2020 y 2021. Se supone que debían entregarnos uniformes una vez al año”, dijo Laura

El STC Metro fue una de las áreas esenciales que no se detuvo durante la pandemia, algunas personas tuvieron la oportunidad de dejar de trabajar debido a que su área representaba un riesgo para su salud o el de su familia, las mujeres que tenían hijos e hijas menores de 12 años o bien que tenían a su cargo adultos mayores, fueron enviadas a confinamiento para cuidar de la población de riesgo.

Sin embargo, el resto de las personas tuvieron que manejar la carga de trabajo con menos personal en medio de la pandemia, lo que representó no sólo reestructurar el funcionamiento de distintas áreas de trabajo, si no también lidiar con la falta de prestaciones. Al respecto, Laura comentó: “otra de las cosas que pasó durante la pandemia fue que al principio las prueba de covid las realizaba el Metro, pero después tenían que pagarlas los trabajadores. Cuando yo tuve sospecha de covid a finales del 2020, tuve que pagarme la prueba porque el Metro las suspendió, pero tenía que presentar mi prueba negativa de covid para reintegrarme”.

INCIDENTES

El incendio del Puesto Central de Control I (PCCI) ocurrido el 9 de enero del 2021 provocó 30 heridos y la suspensión del servicio de seis líneas del Metro durante semanas, por primera vez en 51 años de servicio ininterrumpido.

Desde entonces iniciaron las exigencias por parte de las y los trabajadores del STC, a finales de enero de 2021, debido a la falta de atención médica durante la pandemia.

“Los casos de covid aumentaron y el hospital donde nos daban asistencia no tenía el servicio disponible para la demanda, porque no sólo eran los casos de covid sino los casos de atención especializada, embarazos, cirugías, casos de urgencia. El hospital no se daba abasto con los casos del personal y por la demanda empezaron dejaron de atenderse casos especializados como las diálisis. Así es como empiezan las deficiencias durante la pandemia”, dijo Laura.

LAS FALLAS DENTRO DEL SISTEMA

Respecto al incidente del 9 de enero, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México señaló que el incendio fue provocado por un corto circuito y descartó la posibilidad de que estuviera relacionado con la falta de mantenimiento en las instalaciones, trabajadores y organizaciones no gubernamentales señalaron que esta emergencia pudo evitarse.

Mexicanos contra la Corrupción publicó parte del peritaje realizado por la consultora internacional RISC, donde analizaron los documentos públicos disponibles al momento del incendio; de acuerdo con sus resultados estas instalaciones tienen un tiempo de vida útil de 20 a 30 años, sin embargo, aquellas que fueron destruídas durante el incendio estaban desactualizadas pues tenían más de 50 años de uso.

“Después del incendio, los reguladores empezaron a trabajar en el PCCII, que es otro de los edificios en Delicias. Se adaptaron las instalaciones para llevar el control de las líneas 1,2,3,5 y B llevando a cabo sus actividades con limitaciones operativas, sin tableros ni controles para la seguridad de la operación de las líneas. Si no tienen tableros regulan las líneas a ciegas, actualmente lo hacen por medio de telefonía o radios para conocer la posición de los trenes, pero no tienen control de la señalización ni de los aparatos de vías  y eso es un riesgo constante”, dijo Laura.

CAÍDA DE LA LÍNEA 12

Cuatro meses después ocurriría uno de los acontecimientos más devastadores en la historia del STC, la noche del 3 de mayo del 2021 colapsó parte del tramo elevado de la Línea 12 del Metro. El suceso ocurrió entre las estaciones Tezonco y Olivos, provocando la muerte de 26 personas.

Los informes periciales de este suceso se presentaron hasta el mes de septiembre, después de cuatro meses y de posponer tres veces la entrega del informe final, en este se alude a una falla estructural que antecede los daños provocados por el sismo del 2017 y una vez más, se descartaba la falta de mantenimiento como posible causa.

Ambas tragedias expusieron las faltas de atención y mantenimiento al interior del sistema, para su reparación son necesarios aproximadamente 950 millones de pesos, aunque para el mes de septiembre aún no existía respuesta por parte del seguro respecto al incendio en PCC y las obras de reparación de la Línea 12 siguen siendo una incertidumbre para personas usuarias y trabajadoras.