La proporción de mujeres dentro de las empresas disminuye a medida que aumenta la jerarquía de los puestos de trabajo, lo que evidencia la necesidad de empresas más competitivas y productivas que impulsen el desarrollo de ellas, a través de estrategias de inclusión, reveló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

De las 155 empresas analizadas por el IMCO, solo dos son dirigidas por una mujer (el 1%): Banco Santander S.A. cuya CEO es Ana Patricia Botín-Sanz y la Bolsa Institucional de Valores S.A. de C.V. cuya directora general es María Ariza.

De los 677 cargos similares a vicepresidencias o direcciones de área reportados por las empresas de la muestra, solo 100 lugares son ocupados por mujeres (el 15%).

Solo 46 empresas reportaron alguna política de inclusión para mujeres en sus reportes de sustentabilidad de 2019. La mayoría de ellas implementan protocolos contra la violencia y el acoso, programas de liderazgo y capacitación continua.

Estos datos fueron encontrados por IMCO en un análisis que realizó de octubre a diciembre de 2020, y analizó  la conformación y las estrategias implementadas por 155 empresas: 153 listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y en la Bolsa Institucional de Valores (Biva), así como ambas organizaciones. 

Representación en las empresas

Del total de empresas analizadas, sólo el 35% son mujeres. De  éstas, el sector de servicios financieros es en el que más mujeres laboran: representan el 53% del personal total.

Las mujeres representan el 9% del total de miembros en los consejos de administración. Esta proporción de mujeres en los consejos es la más baja, en comparación a economías similares a la de México como Colombia (17%) y algunos países de Europa como Noruega (41%).

De las 210 mujeres consejeras de la muestra, el 28% participa como suplentes.

Los sectores de materiales y telecomunicaciones tienen una representación femenina del 6% y el del 4% en sus consejos de administración, respectivamente. Los más bajos en comparación con el sector de salud (14%) y productos de consumo (11%).

El sector privado es un agente económico fundamental para generar y retener el talento femenino en el mercado laboral, así como para garantizar la autonomía económica de millones de trabajadoras. En la medida en que se implementen políticas que impulsen la participación de las mujeres en todos los niveles de jerarquía, las empresas y el país podrán mejorar su desempeño financiero, acceder a nuevos mercados y atraer más talento.

IMCO propone tres acciones:

Transparentar la proporción de hombres y mujeres por nivel de jerarquía. Las empresas listadas en las bolsas podrían divulgar su información siguiendo los estándares de factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG), y presentar los datos estructurados y actualizados constantemente, desglosando por sexo, nivel de escolaridad, años de experiencia y puesto.

  • Implementar los principios de Empoderamiento de las Mujeres (WEP, por sus siglas en inglés), para medir y analizar las políticas corporativas de inclusión de las mujeres y su progreso.

  • Fomentar una mayor representación de mujeres en los puestos de liderazgo, incluyendo la alta dirección y los consejos de administración. Identificar las barreras que tiene cada organización para sumar a más mujeres en puestos de liderazgo e incentivar la adopción de políticas de integración vida-trabajo.

  • Incentivar la certificación de la NMX-R-025-SCFI-2015 en los centros de trabajo, para que más organizaciones cuenten con políticas de equidad de género.