Tanto los hombres como las mujeres pueden tener orgasmos mientras duermen y, aunque es un fenómeno mayormente asociado con la pubertad y la adolescencia, también sucede en la edad adulta y es completamente normal. 

En el caso de los hombres, los niveles de testosterona pueden aumentar en la noche y producir eyaculaciones cuando el varón aún duerme, por lo que es más sencillo identificar este fenómeno. Sin embargo, las mujeres frecuentemente no son conscientes de que este es un evento que también les puede suceder y no sólo cuando son adolescentes. 

Las mujeres suelen empezar a tener orgasmos nocturnos cuando son veinteañeras y continúan el resto de su vida y, en realidad, es más frecuente que los tengan en años posteriores, más cercanos a la madurez, cuando han tenido diversas parejas y experiencias sexuales. 

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¿Por qué suceden? 

Tener un orgasmo mientras duermes no se considera, en absoluto, un trastorno ni una señal de disfunción sexual y pueden ocurrir no sólo por la abstinencia, sino por una serie de cambios físicos o mentales. 

Una de las razones más frecuentes son los sueños eróticos. Durante la fase del sueño de movimiento ocular rápido (REM) aumenta el flujo sanguíneo a la zona pélvica y el cerebro está entonces en el mejor momento para tener una sensación orgasmica. En algunos casos, los momentos de estrés producen más orgasmos o sueños que conducen al placer, pues el cerebro busca contrarrestar los sentimientos de ansiedad con excitación. 

Según estudios científicos, alrededor del 37% de las mujeres tendrán orgasmos nocturnos antes de cumplir 45. Y es posible que se tengan de 3 a 4 veces al año. 

¿Como tener un orgasmo femenino durante el sueño? 

La probabilidad de tener sueños eróticos aumenta si hace tiempo que no se tiene un orgasmo o si se está muy cansada, de igual forma, dormir boca abajo provoca más estimulación del clítoris. No hay una receta especial para provocarlos, sin embargo, se cree que tener una apertura positiva al sexo antes de dormir es también uno de los factores que son de mayor ayuda.

Lo más importante es que experimentes con diversas posiciones para dormir, buscar realizar aquellas que hagan mayor presión sobre los genitales y experimenta con aquellos pensamientos que te provoquen placer, al final, los sueños son para eso: diviértete y trata de imaginar tus fantasías.