Las medidas sanitarias de distanciamiento físico a nivel mundial a puesto en aprietos a las mujeres que tienen hijos, ya que en la mayoría de los países, son ellas quienes cuidan a los menores, porque los roles de género así lo han indicado.

Ahora que la mayoría de los países las escuelas están cerradas y los abuelos confinados, son ellas quienes deben hacer malabares para cuidar a los hijos y seguir con sus empleos.

En España, la fase 1 de la desescalada, donde se va permitiendo poco a poco las salidas, habrá una reapertura del comerció y la hostelería, dos sectores feminizados, donde se ha dado la reducción de la jornada, permisos sin sueldo y falta de consideraciones para el cuidado de menores.

Foto: La Voz de Galicia, Marcos Gago

Un caso es eso de Marta Ardeu, fisioterapeuta, quien reabrirá por las tardes su consultorio, de atender a ocho pacientes diarios, ahora sólo podrá darle servicio a nueve a la semana; ya que sin abuelos y sin escuelas, debe hacerse cargo del cuidado de sus hijos.

“Antes de la pandemia atendía a ocho personas por día, ahora atenderé a nueve por semana. He podido acogerme a la ayuda del Gobierno dispuesta para los autónomos, pero esto es una ruina”, dijo Marta al diario El Salto.

Su pareja pidió permiso para poder trabajar en horario continuo y así Marta pueda ampliar su jornada.

Hasta la fecha, no existen medidas de conciliación que no repercutan salarialmente a las trabajadores, alertó, Irati Sienra, la responsable de comerció de Bizkaia del sindicato LAB.

Hasta ahora, el Gobierno de España no ha considerado hacer algo con los permisos sin sueldo, las excelencias que implican una baja en los ingresos, no hay un reajuste en los horarios y los abuelos, eternos cuidadores de los nietos siguen confinados, ya que son la población en riesgo por el covid-19.

La encuesta realizada por la profesora Libertad González, junto con Lídia Farré de la Universitat Pompeu Fabra, indicó que las parejas en las que trabajan ambos, el ingreso de las mujeres, antes de a pandemia representaba el 41% de los ingresos totales del hogar, y con la pérdida de empleo (25% en hombres y 22% en mujeres) se ha disparado en un 43% en el caso de las mujeres que no requieren niveles educativos altos.

En España, con la llegada del primer bebé, el salario de los padres se mantiene y el de las madres desciende un 30%, y no se vuelve a recuperar, con la pandemia esta situación se torna más complicada.

El comercio es un sector feminidad donde los salarios son bajos y los horarios incompatibles con el cuidado de los niños. Incluso, las jornadas reducidas no son la solución, los niños no pueden estar solos, aseveró Sienra.

“La única opción sin escuela y sin abuelos, y sin un sueldo que permita subrogar los cuidados, es “la reducción de la jornada al 100%, en la que la cotización a la seguridad social se mantiene y no hay liquidación de contrato, a diferencia de la excedencia”, dijo la sindicalista.

Ainara Guarrotxena trabaja para Bershka, a la tienda han ido a trabajar a puerta cerrada de forma voluntaria algunas dependientes para atender los pedidos online, pero la empresa no ha ofrecido la adecuación de horarios, sólo una excedencia voluntaria sin límites. “En cualquier caso, la excedencia la cogería yo, ya que mi pareja cobra más”, explicó Guarrotxena.

Se ha observado que si bien los hombres se han involucrado más en las tareas domésticas, su participación ha sido en hacer las compras, en el 38% de los hogares encuestados son ellos quienes las hacen. Sin embargo, las mujeres siguen haciéndose cargo del cuidado de los hijos y el hogar.

(Diana Juárez)

Con información de El Salto