Durante la fase dos de la contingencia sanitaria en México, América Latina y el mundo, han surgido varias alarmas por el incremento de las desigualdades y violencias de género que este tipo de contexto genera. Los peligros que el aislamiento social significa para ciertas poblaciones (mujeres y niñas, entre otras) han motivado diversas publicaciones sobre las acciones que se deben y pueden tomar en cuenta para reducir estos riesgos, prevenir, y atender las violencias y discriminaciones que surjan. Por parte de instituciones internacionales se han publicado guías y métricas que deben considerar los gobiernos, y por otro lado, desde la sociedad civil se han fortalecido redes de apoyo para mujeres víctimas. Para GENDES es importante hablarles a los hombres, y reconocer que ciertas actitudes “machistas” ponen en mayor riesgo a poblaciones vulnerables y pueden convertirse en violencia doméstica.

¿Por qué hablarles a los hombres? Primero repasemos el contexto existente.

Violencias contra las mujeres en espacios domésticos

De todos estos tipos de violencia, resaltaré un par de ellas en específico que representan un riesgo añadido en época de cuarentena:

- 43.9% de las mujeres encuestadas para la ENDIREH (2016) sufrieron violencia a lo largo de su actual o última relación, de las cuales 25.6% durante los últimos 12 meses;

-10.3% de las mujeres que han sufrido cualquier tipo de violencia, fueron víctimas en el mismo seno familiar.

Contextualicemos un poco más con otras estadísticas:

En México existen 34.1 millones de hogares, según la Encuesta Nacional de Hogares 2017, de éstos, un 89% son hogares conformados por alguna expresión de familia (y el restante 11% algún esquema de amistades viviendo en conjunto o unipersonales), y de los 34.1 millones, un 28.5% de hogares con una jefa de familia. Es decir, del restante, el 71.5% de hogares con jefatura masculina, presentan una probabilidad más alta de vivir episodios de violencia. No todos, claramente, pero si recordemos los datos del párrafo anterior, los suficientes para generar previsiones particulares y requerir estrategias interinstitucionales. Además de recalcar que estos índices de violencias contra las mujeres se han incrementado en todas sus manifestaciones desde la primera versión de la ENDIREH-2006.

Violencia contra niñas, niños y adolescentes

Las mujeres no son las únicas que se ven más expuestas a sus agresores durante una contingencia sanitaria que obliga a la reclusión, también las niñas, niños y adolescentes son más propensos a vivir episodios de violencia cuanto más tiempo pasen en casa. Según el Panorama estadístico de la violencia contra niñas, niños y adolescentes en México del El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), los datos que permiten abordar la violencia en el hogar contra menores de edad son limitados, pero sí sabemos que:

-México ocupa el 1er lugar en violencia infantil según Unicef

- 2 de cada 10 padres, sin importar el ámbito de residencia, reportan pegarle o haberles pegado a sus hijas o hijos cuando sintieron enojo o desesperación

- La proporción de violencia masculina es mayor en contextos rurales que urbanos.

- Dentro del hogar, las niñas son más violentadas que los niños (70.3% frente a 29.7%).

- Adicionalmente, 63% de las niñas y niños de entre 1 y 14 años han experimentado al menos una forma de disciplina violenta durante el último mes.

Los episodios de violencia más comunes suelen ser agresiones psicológicas seguidas por otro tipo de castigos físicos y, castigos físicos severos. Esto sin ahondar en los episodios de violencia sexual. Subrayando que en los contextos de violencia generalizada, los resultados muestran un incremento de violencia en el hogar, los cuales además, aumentan en situaciones de emergencia.

Hombres:

En primer lugar nos toca reconocer la dimensión de las implicaciones de la contingencia sanitaria, identificar que ciertas actitudes nuestras pueden incrementar el riesgo para poblaciones vulnerables al covid-19. Por ejemplo, creer o saber que el virus no te hará nada y por lo tanto puedes seguir con tu vida, te convierte en un potencial portador y punto de contagio a quienes sí les representará un riesgo contraer el virus, sobre todo en el punto más álgido de casos confirmados y espacios reducidos en los centros de salud. Ejerzamos una verdadera empatía y sensatez, por quienes requieren de apoyo complementario ahora.

Por otro lado, ante la contingencia del brote de covid-19, muchos de nosotros estaremos obligados a quedarnos lapsos prolongados en nuestros domicilios. Es muy probable que no estemos acostumbrados a permanecer grandes periodos en casa conviviendo con nuestras familias y seres queridos. Es posible que esta dinámica de compartir mucho tiempo en espacios interiores pueda provocar situaciones de presión y conflicto.

Para evitar llegar a situaciones de tensión y conflicto, recuerda:

1. Estar bien contigo mismo para poder estar bien con la gente a tu alrededor: cuida de tu cuerpo, cuida tu mente, cuida tus emociones (no dudes en pedir ayuda).

2.Estar bien con tu pareja: escucha, respeta (no invadas espacio), comparte las actividades de la casa.

3.Estar bien con tus hijas e hijos: aprovecha para fortalecer tu paternidad presente e integral, platica con ellos de lo que está sucediendo, ayúdales con sus tareas académicas, juegan, diviértanse, disfruten el tiempo juntos, agenda actividades familiares sin gadgets.

4. Estar bien con tu familia extendida (sobre todo si comparten los espacios durante la contingencia): construyan acuerdos y límites, respeten sus espacios, establezcan presupuestos de los gastos por venir, disfruten y diviértanse juntos.

5. Estar bien con tu hogar: entendido como el espacio donde no sólo duermes o comes, sino habitas y que merece ofrecerte calma y seguridad. Aprovecha para los arreglos pendientes e involucra a quienes vivan contigo, realiza una limpieza profunda, recuerda, no estás ayudando, estás haciendo tu parte.  

Si te encuentras en momentos de mucha tensión y sientes que puedes perder la calma:

Detente;

Respira;

Si es el caso, dile respetuosamente a las otras personas que necesitas un momento a solas.

Ve a un lugar o espacio en el que estés seguro y donde puedas tranquilizarte;

Reflexiona, piensa las cosas;

Regresa hasta que estés tranquilo.

Por último, recuerda que tú también puedes ser parte del movimiento contra la violencia de género, si tu contexto doméstico no está representado en las situaciones descritas, tu función está en generar redes de confianza con las mujeres que tengas a tu alrededor, consultar regularmente si el esquema de aislamiento les está resultando loable. Por igual con los hombres a tu alrededor, monitorear su estado emocional durante el confinamiento, si su relación en casa está sufriendo los estragos de la convivencia perpetua forzada, y sobre todo, si esto está degenerando la interacción doméstica.

Si necesitas apoyo, o alguien que conozcas pueda requerirlo,  no duden en hablar a la línea de emergencia que GENDES tiene disponible las 24 horas sólo durante esta temporada de cuarentena: teléfono 52 64 20 11

Los hombres podemos participar activamente en la construcción de la igualdad de género y la no violencia, ¡Construyamos ambientes de bienestar para todas las personas!

*Este artículo fue escrito por Yair Maldonado Lezama, Coordinador de Posicionamiento Público del programa de la asociación civil Género y Desarrollo (GENDES).

@GENDESAC

@yairorangista