"Imagínense despertarse en la madrugada por los gritos de tu madre que grita por su vida. Imagínense levantarse a ver la hermosa cara de tu madre ensangrentada gracias al criminal que una vez llamaste 'papá'", y días después... "Imagina tener que vivir el infierno viendo cómo tu madre se enfrenta a un sistema de justicia corrupto", "imagina que después de tanto dolor y tanta angustia no pierdas la esperanza de una vida sin violencia", "imagina ser fuerte todos los días por tu sueño", "imagina que tu hermano te llame para decirte que tu madre está inconsciente por un balazo”, relata Ana, la hija de Abril que fue asesinada el 25 de noviembre, Día Internacional de la Erradicación de la Violencia de Género.

¿Cuántas historias no existen así en México? Abril denunció el 4 de enero del 2019 que había sido golpeada por su esposo, Juan Carlos García, ex director de Amazon, quien fue detenido por tentativa de feminicidio, después lo liberaron. ¿Qué pasa con todos esos casos que sí se denuncian? Es claro que el papel de las autoridades y de las instituciones ha fomentado el alza del índice de impunidad en nuestro país. 

En los procesos de investigación sobre violencia de género en el país existen muchas anomalías. “La autoridad se resiste a reconocer la cuestión de género en estas situaciones muy graves”, comentó en entrevista la abogada María Marili Aguilar.

La historia de impunidad comienza desde el primer contacto de la víctima con la autoridad, desde que acuden a denunciar reciben un mal trato, en muchas ocasiones, este es un factor significativo para que completen o no el procedimiento. El problema es la falta de capacitación, la poca sensibilidad y falta de empatía por parte de las autoridades hacia las víctimas, lo que provoca que se minimicen las situaciones o se revictimicen a las denunciantes.

Al respecto, María de la Luz Estrada, Coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) comentó en entrevista para La Cadera de Eva: “(las autoridades) primero cuestionan la vida (de la víctima), imagínate una mujer con tentativa de feminicidio va y denuncia, como el caso de Abril, y que la autoridad desestima los hechos, es grave, sobre todo que lo haga un juez”.

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En este punto, Estrada enfatiza en que sí existen protocolos que las autoridades deben seguir ante las denuncias de violencia de género, principalmente la violencia sexual, pero en muchas ocasiones las autoridades no están capacitadas y siguen evaluando bajo estereotipos, “la autoridad sigue prejuiciada y cuestionando la conducta de la mujer” comentó. Para ello, el gobierno, tanto local como federal, ha desarrollado programas e instancias, como el Instituto Nacional de las Mujeres, destinados a atender los casos de violencia de género de una manera integral. Sin embargo, ha sido cuestionable su seguimiento en estos casos, de acuerdo con Estrada.

Asimismo, la coordinadora del OCNF recomendó que, ante la activación de la Alerta de Género en la Ciudad de México, la jefa de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, debe evaluar la intervención de instancias como el InMujeres. “Se debe vigilar el desempeño de los servidores públicos que hacen la investigación y la atención a las mujeres”. De igual manera, Estrada sugiere la instalación de tribunales especializados en temas de perspectiva de género: “no queríamos este tipo de tribunales, pero vemos que no nos queda de otra, porque entre que son peras o son manzanas sólo tenemos jueces sin perspectiva, con una visión muy machista, limitada y que constantemente ponen en riesgo a las mujeres”.

Al cuestionarle a Aguilar sobre el tema de las instancias y su efectividad, comentó: “hay mucho que desear de todas esas instituciones, o sea la ley está, en la ley está escrito, pero falta mucho por hacer en cuestión de la ejecución de las autoridades, hay mucha inexperiencia por parte de muchos servidores públicos”.

En este sentido el caso de Abril Pérez, que es uno entre muchos otros, ha permitido visibilizar los fallos que se siguen presentando a pesar de la existencia de dichos protocolos, ya que como sabemos, a principios de año interpuso una denuncia que tuvo su debido proceso, en la cual el agresor fue encontrado culpable y llevado a prisión. El problema en este caso fue cuando el juez Federico Mosco González cambió el cargo de tentativa de feminicidio a violencia doméstica agravada. 

Para Estrada, coordinadora del ONCF, el problema no fue la ley sino la autoridad. “La ley es clara, hemos avanzado los marcos legales, están obligados a juzgar con perspectiva de género, es una obligación (…). Yo me quedo pensando si el juez no tuvo perspectiva de género o estamos en un hecho de corrupción, y eso lo tienen que esclarecer”.

Este es un panorama bastante desolador para todas aquellas mujeres que sufren o han sufrido alguna forma de violencia; pese a la falta de profesionalización de las autoridades, la abogada Aguilar insisten en que se debe denunciar y darle seguimiento: “debido a la mala atención de las autoridades, por presión o por amenazas, los procesos de denuncia se quedan inconclusos y por lo tanto impunes, sin siquiera haber iniciado una investigación”, señaló. Para darle el seguimiento, Aguilar recomendó acudir a otras instancias que brinden ayuda a víctimas de violencia de género como la Comisión de Derechos humanos.

Ante el escenario de impunidad que vivimos frente a la violencia de género, las redes sociales han sido unas grades aliadas, señaló Aguilar, han sido una plataforma que permite la visibilización de las denuncias, “gracias a que sirven como una evidencia (…). Nos permiten mostrar que no se tratan de casos aislados, sino de algo sistemático”, comentó.

México es un país donde mueren 10 mujeres al día víctimas de feminicidio, donde alrededor de 51 mujeres son agredidas sexualmente cada día. Es un país donde, en 2019, 2 mil 107 feminicidios fueron investigados como homicidios dolosos y donde se tiene una taza de impunidad del 99% en las denuncias que refieren a la violencia de género. Sin duda hay algo en nuestro sistema penal que no funciona.