Que se estremezca el cuerpo, ausentarte por unos segundos, sentir que mueres y luego renaces: son las sensaciones que te da una muerte chiquita, la petit mort, mejor dicho el orgasmo femenino.

En el documental “Las muertes chiquitas”, de Mireia Sallarès, se aborda lo que todas sabemos: que no todas las mujeres hemos tenido la experiencia de tener un orgasmo las muertes chiquitas, las muertes suaves, ya que el contexto en el que se producen, la intimidad, no ha sido favorable para vivirlas.

Es ahí, en la cama, en los rincones o en los espacios destinados o forzados para tener un acto sexual donde opera también lo político, la violencia, la agresión, la objetualización del cuerpo de las mujeres que producen orgasmos fingidos, forzados, reprimidos o ausentes, resalta en entrevistas a mujeres de distintas clases sociales.

Para el tema de los orgasmos, la documentalista catalana Mireia Sallarès realizò un viaje de cuatros años por territorio mexicano para escuchar las voces de mujeres que el podían contar sobre los orgasmos femeninos, sensaciones que están plagadas de placer, sorpresas, pero en otros casos de dolor, dudas, victimismo y violencias.

Una de las trabajadoras sexuales le comenta: “hay hombres que lo hacen tan bien, que tienes que hacer tu cabeza hacia atrás y decirte: estoy trabajando, estoy trabajando para no caer en un orgasmo”.

Otra de sus entrevistadas, le cuenta a Sallarès la violencia que vivió con su pareja, pero reconoce que también fue fuente de placer.

"Yo no soy la que se tiene que morir porque he dado vida y placer, es otro, mira hijo de tu puta madre, tú me vuelves a tocar, me vuelves a mirar con una mirada de coraje, me vuelves a sonreír con esa sonrisa cínica, con esa burla, me vuelves a mal tocar el cuerpo y te juro por la vida de mis hijos que te mato", dice una de las entrevistadas.

En la narrativa de Sallarès se asegura que las mujeres podemos ponerles fin a estas violencias. Una de sus entrevistadas dice: “como dice Foucault, las mujeres somos las grandes policías del Estado, las mujeres podemos pararlo, para entonces tenemos que querernos”.

“La petite mort”

En francés una muerte chiquita se le dice la petite mort porque mujeres han asegurado que la sensación de un orgasmo es parecida a la de la muerte, “es como agarrar las alas de un ángel y te baja”, dice una mujer en el documental.

Quienes han estado al borde de ella, la muerte, la describen como una sensación de gran paz al ver la luz al final del túnel, a su vez, los orgasmos se describen como un estadio de placer, relajación total y abandono.

En 2005, una investigación de la Universidad de Holanda reveló que, para llegar al orgasmo, el cerebro de las mujeres necesita desactivar zonas cerebrales asociadas al estrés, la ansiedad y el miedo para poder lograr el placer sexual, confirmando que las mujeres requieren más desinhibición que los hombres para escapar a las obligaciones y tener un orgasmo.

La sensación de una petit mort se desprende del clítoris, después sube al estómago y en algunas revienta en el pecho generando una especia de sublevación que puede durar de 30 segundos hasta algunos minutos, ahí, es cuando sientes que mueres.