El sexo oral es una práctica que no a todas las personas les gusta o atrae. Y si bien hay mujeres que hacen el esfuerzo y lo practican para complacer a su pareja, o viceversa, hay otras personas que se resisten a practicarlo.

“Mi esposo y yo llevamos casados dos años. Tenemos una vida sexual relativamente sana, pero él no es recíproco con el sexo oral”, explicó Ana en un blog de preguntas sobre sexualidad. Cuando le dijo a su esposo, él contestó que no lo sentía como algo necesario en su vida sexual de pareja. 

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“Me siento rechazada y que la atención se centra principalmente en que él alcance el orgasmo, sin concentrarse en mi disfrute”, comentó Ana y preguntó cómo tener una conversación sin recibir una respuesta negativa. 

En estos casos es importante entender que cada pareja es diferente y que puede resultar difícil que la otra persona entienda las necesidades precisas de su pareja, sobretodo los momentos de excitación y orgasmos en general, si nunca se han hablado o discutido. 

Enmarcar la solicitud del placer oral como una manera seductora y lúdica para cambiar la dinámica sexual en la pareja puede ser una opción para comenzar con la práctica. Por ejemplo, Ana relató que nunca había experimentado un orgasmo a través de la penetración, pero que en relaciones anteriores recibir sexo oral le había gustado bastante, esta forma de acercarse puede que provoque curiosidad y motivación en la pareja para adoptar esta práctica en la vida sexual de ambos.

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A pesar de que el sexo oral sigue siendo una práctica con muchos tabúes, se estima que el 85 por ciento de las parejas la realizan, señaló Antonio Murillo, psicólogo y sexólogo de la Asociación de Especialistas en Sexología. 

Con información de The Guardian 

ASL