La pandemia por covid-19 acentuó la desigualdad de género dentro de los hogares, donde son las mujeres, niñas y adolescentes las principales responsables de las tareas de cuidado. El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y ONU Mujeres, convocaron a una Alianza Global por los Cuidados, que tiene como principal objetivo afrontar la carga de cuidados que obstaculiza las oportunidades económicas de las mujeres. 

De acuerdo con ONU Mujeres, la Alianza Global por los Cuidados es un espacio de co-creación solidaria que generará un eje global para encontrar información útil sobre diversas iniciativas y experiencias exitosas que permitan a los integrantes de la alianza avanzar en acciones que permitan reconocer y reducir el trabajo doméstico y de cuidados que enfrentan las mujeres. 

La Alianza propone mirar hacia un horizonte en el que el trabajo de cuidados sea redistribuido entre el Estado, el sector privado, las comunidades, y entre hombres y mujeres al interior de los hogares. 

“Es un mecanismo para avanzar y reducir de manera urgente las brechas generadas por la desigualdad de género que impiden el desarrollo pleno y libre de las mujeres y las niñas en el mundo”, afirma ONU Mujeres en su sitio oficial.

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La Alianza Global por los Cuidados propone 8 acciones clave: 

  • Acciones para desarrollar y aumentar los servicios de cuidados;

  • Políticas públicas de conciliación de la vida personal, familiar y laboral;

  • Inversión en infraestructuras de atención social y física;

  • Financiación gradual y progresiva de un sistema de cuidados; 

  • Derechos de las personas proveedoras y receptoras de cuidados;

  • Generación de datos y evidencias;

  • Banco de buenas prácticas;

  • Campañas de sensibilización.

  • ¿Por qué es importante para las mujeres?

    Actualmente la mayoría de las mujeres enfrentan una doble jornada laboral, una que corresponde al trabajo fuera del hogar como empleadas que reciben una remuneración económica y la segunda jornada laboral, que se trata del trabajo doméstico y de cuidados que las mujeres realizan dentro de los hogares, mismo que no se remunera económicamente. 

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    La pandemia por covid-19 acrecentó las desigualdades de género dentro de los hogares, ya que el confinamiento incrementó las tareas de cuidado y trabajo doméstico, que quedaron, en la mayoría de los casos, en manos de mujeres, adolescentes y niñas. 

    De acuerdo con el Observatorio de Género y Covid-19 del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), antes de la pandemia ya existía una crisis de cuidados en México:

    “En México, como en muchas partes del mundo, hablamos de crisis de los cuidados porque la provisión del cuidado se basa en labores gratuitas, precarias e invisibilizadas, los arreglos para cubrir las necesidades de cuidado son injustos e insatisfactorios. Se trata de un problema público y de desigualdad de género, pues los roles tradicionales de género han naturalizado que sea responsabilidad primordial de las mujeres”, afirma GIRE en su sitio oficial.

    Además, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (ENUT), 71% de las horas que se dedican a las labores de cuidado no remuneradas en  México son realizadas por mujeres, niñas y adolescentes. Según la misma encuesta, por cada hora que aporta un hombre a las labores de cuidado no remunerado, las mujeres aportan casi tres. 

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    Las inequidades en el uso de tiempo para las labores de cuidado no remuneradas colocan a las mujeres en una posición desigual frente a los varones, ya que coloca ante ellas obstáculos para su realización personal y profesional. Crear una reestructuración de la división del trabajo doméstico y de cuidados puede mejorar la calidad de vida de las mujeres. 

    ¿Qué significa ser parte de la Alianza Global  por los cuidados? 

    La Alianza Global por los cuidados continúa expandiéndose, de ella son parte 10 países, 10 organizaciones filantrópicas y del sector privado, 15 organizaciones de la sociedad civil y 6 organismos multilaterales. 

    Al formar parte de la alianza, los miembros asumen y promueven compromisos, financiación y colaboración respecto a las labores de cuidado, desde sus espacios de acción.