El impacto de la canción del colectivo chileno LASTESIS que lleva la frase "El violador eres tú" no es fortuito, la construcción de su letra esta inspirada en el análisis de la teoría de la feminista Rita Segato quien ha dicho que la violencia es un problema estructural.

Para Segato, el hombre no es el enemigo principal sino el sistema patriarcal. “Los hombres deben de liberarse del mandato de masculinidad que los destruye”, afirma la feminista. En la primera estrofa de la demanda del colectivo, vemos esta denuncia al sistema patriarcal quien nos “juzga”, desde un principio “por nacer”.

El patriarcado es un juez,

que nos juzga por nacer

y nuestro castigo

es la violencia que no ves.

El colectivo está conformado por cuatro mujeres de 31 años aproximadamente: Sibila Sotomayor, Daffne Valdés, del área de las artes escénicas, Paula Cometa Stange, del ámbito del diseño e historia y Lea Cáceres quienes se organizaron desde el diseño de vestuario para darle vida vida al colectivo interdisciplinario de mujeres LASTESIS.

Su objetivo es llevar las teorías feministas a un formato escénico, que no duren más de 15 minutos, “de una forma simple, sencilla y pegajosa” señaló Dafne al medio chileno Interferencia. La primera composición que hizo el colectivo fue con base en el libro "El calibán y la bruja de Silvia Federicci" (2004).

¿Por qué feministas de todo el mundo se identificaron con esta protesta? Una es la visión teórica que aborda, en segunda la crítica social a la violencia feminicida y visión heteronormativa para cubrir la violencia de género, fenómenos que se viven a nivel mundial.

En Chile solo el 8% de los casos de violación reciben una condena, señalan las activistas, lo que muestra que el problema es institucional. Esta violencia también es replicada por los medios de comunicación “que vuelven a culpabilizar a la víctima, le dan pantalla para decir, de alguna manera, se lo merecía, se lo buscaba porque estaba vestida de tal manera, porque estaba borracha o porque tenía problemas psicológicos. Entonces apuntamos a todo eso”.

Es feminicidio

Impunidad para el asesino

Es la desaparición

Es la violación

Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía

Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía

Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía

Y la culpa no era mía, ni dónde estaba , ni cómo vestía

Respecto a la última estrofa, Dafne, miembro del colectivo, señala que es un mensaje directo a los carabineros (la policía) de Chile que están utilizando la violencia sexual para amedrentar a mujeres, porque persiste el miedo a salir a las calles, “pero hoy con el estallido social está el miedo no solo que te lleven detenida, sino además torturas, desnudamientos y un sinfín de cosas que están denunciadas y que el Gobierno rechaza abiertamente, es terrible que se le siga llamando democracia a esta situación”.

Al crearla, el colectivo consideró que era una broma de mal gusto, sobre todo por la burla de que “velan los sueño”, pero en realidad hacen todo lo contrario.

Duerme tranquila niña inocente, sin preocuparte del bandolero, que por tus sueños dulce y sonriente vela tu amante carabinero

Si en México, nos diéramos a la tarea de construir una protesta, ¿qué parte del himno nacional deconstruiríamos?