“''La Navidad no será Navidad sin regalos’, refunfuñó Jo, tendida en la alfombra”. Es la primera oración que se puede leer en la famosa novela Mujercitas. 

Mujercitas es una novela escrita en 1868 por Louisa May Alcott. Está situada durante la guerra de Sucesión de Estados Unidos. La historia habla sobre las 4 hijas del matrimonio March: Meg, Jo, Beth y Amy. Alcott tenía 36 años cuando escribió la obra y no era la novela que se esperaba.

Cuando Alcott comenzó a escribirla tenía pintes eróticos y góticos; sin embargo, su editor le pidió una obra para chicas. Escribió 402 páginas en 10 semanas y la primera parte fue publicada; esta finaliza con el matrimonio de Meg March. La segunda parte escrita también en poco tiempo, fue publicada al año siguiente. 

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Navidad y crisis

“Sabes que la razón por la que mamá propuso no tener regalos esta navidad, fue porque va a ser un invierno duro para todos; y ella cree que no debemos gastar dinero en el placer, cuando nuestros hombres están sufriendo tanto en el ejército”, dice alterada Meg, la hija mayor del matrimonio March y una de las protagonistas de la novela.

La Navidad de Mujercitas está situada en una época de guerra, pérdidas humanas, hambruna y escasez. Hoy, debido a la pandemia, podemos hacer un símil entre el festejo y tradición decembrina de las hermanas March con la que vivimos hoy en 2020. 

La pandemia del covid-19 llegó a finales de 2019 para cambiar drásticamente el 2020. Actualmente en México se registran más de un 1 millón de contagios; y 120 mil personas fallecidas. El semáforo epidemiológico en la capital indica que las personas no deben salir de sus hogares, sin importar la fecha. Y la mayoría del país, en color naranja, recomienda reuniones pequeñas y mantener distancia para prevenir más contagios y/o posibles muertes. 

La pandemia no solo desató un virus que contagia a cientos de personas a diario; sino que también tendrá un impacto económico fuerte. Un reporte realizado por ONU Mujeres ha demostrado que la pandemia evidenció grandes desigualdades de género, y las mujeres se han visto afectadas por desempleo, pobreza, y la sobrecarga de cuidados no remunerados.  

“Mamá no dijo nada sobre nuestro dinero, y no querrá que renunciemos a todo. Vamos a comprar cada uno lo que queremos y divirtámonos un poco; estoy segura de que escarbamos lo suficiente como para ganarnos” gritó Jo.

Se calcula que la pandemia dejará en la región de América Latina a 118 millones de mujeres y niñas en la pobreza. En primera instancia afecta a las trabajadoras informales que pierden sus ingresos casi de forma inmediata. No obstante, según el mismo reporte, más de la mitad de las mujeres trabajan en sectores de alto riesgo de ser afectados por la contracción económica: comercio, trabajo doméstico, manufactura, turismo, servicio administrativo, actividad inmobiliaria y el sector salud. 

“Ya sé que sí, enseñándoles a esos niños horrible casi todo el día, cuánto anhelo divertirme en casa”, comenzó Meg, de nuevo en tono quejumbroso.

A finales de agosto más de 25 millones de estudiantes en México comenzaron clases a través de “Aprender en Casa II” un programa para aprender en el hogar por medio de la televisión y con ayuda de herramientas digitales. Sin embargo, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) más de 16 millones de hogares no tienen conexión a internet. 

“No tienes ni la mitad de un momento tan difícil como yo” dijo Jo “¿Cómo te gustaría estar encerrada durante horas con una anciana nerviosa y quisquillosa [...]”

En México residen 15.4 millones de personas de 60 años o más, de las cuales 1.7 millones viven solas, según el último reporte publicado por el Inegi. Especialistas médicos llamaron a familiares a extremar las medidas de prevención y advirtieron que la población adulta mayor es de las más vulnerables en momentos de contagio por coronavirus. 

Sin embargo, la Encuesta Nacional de la dinámica Demográfica (Enadid) 2018 del Inegi indicó: “En México, las personas de 60 años o más que viven solas se exponen a vulnerabilidad, debido a que no cuentan con una red familias que las apoye en momentos de salud o condiciones económicas precarias”. 

“Es travieso preocuparse, pero creo que lavar los platos y mantener las cosas ordenadas es el peor trabajo del mundo. Me enoja; mis manos se ponen tan rígidas que no puedo practicar bien.” Y Beth mira sus manos ásperas con un suspiro que cualquiera pudo oír esa vez.

Las mujeres trabajadoras del hogar ocupan un lugar crucial; y a pesar del enorme trabajo se han visto muy afectadas por la crisis y la pandemia. En México el valor de las labores domésticas y de cuidados por personas en áreas urbanas es de  50 mil 726 pesos anuales aproximadamente según cifras del Inegi. Y se estima que las mujeres dedican un promedio de 47.9 horas a la semana en trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, con el encierro este promedio aumentó.

Ser mujer hoy 

“Odio pensar que tengo que crecer y ser Miss March, usar vestidos largos y parecer tan remilgada como un aster chino. Ya es suficiente malo ser una niña, de todos modos, cuando me gustan los juegos de niños, y trabajo, y modales. No puedo superar mi decepción por no ser un niño, y ahora es peor que nunca porque me muero por ir a pelear con papá, y solo puedo quedarme en casa y tejer como nunca”. 

El 8 de marzo del 2020 alrededor de 80,000 mujeres participaron en la marcha que conmemora al Día de la Mujer en la Ciudad de México. Este año se destacó por una crisis sanitaria; no obstante, las mujeres tomaron las calles de América Latina y gritaron ‘basta a la violencia de género’. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informó que en 2019 al menos 4 mil 640 mujeres fueron víctimas de feminicidios. Pero la pandemia empero las cifras y de marzo a junio del 2020 se registraron mil 410 feminicidios en tan solo 19 países. 

En México según datos de la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 indicó que el 66 % de las mujeres han sido víctimas de alguna forma de violencia. Las cifras apuntan que en 2018 1.3 millones de mujeres sufieron un agresión física en el hogar y actualmente en el país se asesina un promedio de 10 mujeres al día. 

“Yo les quiero decir el día de hoy que no permitan que las maltraten, las humillen o les hagan menos. Somos mujeres, valemos mucho” afirmó Jenny, manifestante mexicana en la marcha del 25 de noviembre en contra de la Violencia de Género.

*Las frases fueron tomadas del capítulo “Pequeña mujer” de la novela Mujercitas (1868). 

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