Las películas de acción, entre ellas las de John Wick, están cargadas de una narrativa donde se promueve la masculinidad tóxica.

El diario The Guardan acusa a la película protagonizada por Keanu Reeves de promover la masculinidad tóxica, donde sobre salen conducta sexuales inapropiadas, políticos fuertes, armas, venganza, violencia y más violencia.

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Las narrativas de estas películas de acción no brindan versiones matizadas de estos temas, sólo formas de ultraviolecia ingeniosamente orquestada, una visión reductiva de la masculinidad que plantea a los hombres que deben ser un perdedor castrado o un guerrero desenfrenado, de acuerdo con Steve Rose, autor del artículo Masculinidad tóxica: ¿son las películas violentas como Nadie una advertencia o una celebración?’ .

La masculinidad tóxica se refiere al señalamiento de comportamientos perpetuados por los hombres y basados en la misoginia. Entre estas actitudes podemos encontrar la violencia, la falta de sensibilidad o la dominancia, entre otros, recientemente, en redes sociales se nombró como "fifas" a hombres con estas características.

Steve Rose, autor del artículo de The Guardian, analiza la participación de diversos personajes de la pantalla, cuya trágica historia de vida los “orilla” a responder con la misma violencia.

Pone de ejemplo a “Bryan Mills” (Liam Neeson), de ‘Búsqueda Implacable‘; “John Wick” (Keanu Reeves), de la saga John Wick; y “Hutch Mansell” (Bob Odenkirk) de ‘Nadie’, uno de los nuevos largometraje de Netflix.

La cuestión es siempre si estas películas sirven de advertencia contra esas formas de violencia impulsivas y a menudo fascistas, o si las inspiran.

En el extremo opuesto de la teoría -continuando con los ejemplos histriónicos- ofrece a Edward Norton y Brad Pitt en la icónica ‘Fight Club’ de David Fincher, como antítesis de las masculinidades tóxicas en el entretenimiento.

Este es el argumento de ‘Fight Club’: dentro de cada Ed Norton bobo hay un Brad Pitt buena onda y superviolento esperando a ser liberado.

(…) Por otra parte, se trata de una visión bastante reductora de la masculinidad que dice que o eres un perdedor castrado o un guerrero furioso; una oveja o un lobo; un Norton o un Pitt. Existen otras formas de masculinidad, que involucran tanto al cerebro como a las pelotas.

La preocupación de algunos críticos está en torno a esos personajes violentos, cuando recordamos que las películas que protagonizan son admiradas por muchos jóvenes que tienen acceso a armas de fuego y que en ocasiones forman parte de grupos reaccionarios. A principios de año la toma del Capitolio preocupó a muchos estadounidenses por la posibilidad de que se convirtiera en una escena de las películas que producen.