“Decir que alguien es tóxico es reducir el hecho de que una persona este ejerciendo, no una, sino múltiples violencias sobre la persona afectada”, señaló la psicóloga e investigadora feminista, Bárbara Sánchez, en entrevista para la Cadera de Eva.

Durante el último año hemos visto cómo se ha popularizado el término “tóxico” o “tóxica”, para referirnos a las conductas, actitudes o personas que son dañinas para nosotras, sin embargo, el uso generalizado de esta categoría puede afectarnos a largo plazo, al encubrir las violencias de las que somos víctimas o parte.

¿Por qué se dice “tóxico”?

Esta expresión se popularizó mediante el libro “Gente Tóxica” del psicólogo Bernardo Stamateas, en este libro el autor se refiere a todas las personas que por sus características influyen o enferman de manera negativa a las personas a su alrededor que generan apego hacia ellas; así lo estableció la psicóloga Sánchez. 

Sin embargo, utilizar esta palabra reduce el impacto de las violencias, principalmente hacia las mujeres. Es importante tocar este tema desde la perspectiva de género, como una herramienta que no sólo nos ayudará a identificar estas violencias, sino que a su vez nos ayudará a visibilizarlas.

¿Por qué nos afecta más a las mujeres?

Históricamente, la mujer ha sido dominada mediante mecanismos cada vez más sutiles; es decir, estos mecanismos sutiles perpetúan el sistema patriarcal, ya que se siguen repitiendo los patrones de estereotipos y roles de género sin que nosotras lo notemos.

“Un ejemplo de lo anterior, es cuando llamamos a una mujer “novia tóxica”, el término “tóxica” está funcionando como una forma de ‘gaslighting’ para minimizar el hecho de que ella pueda darse cuenta de la violencia que está viviendo dentro de su relación, y se le llama loca, se le llama intensa”, señala la especialista.

La principal razón por la que debemos dejar de utilizar este término, de acuerdo con la psicóloga Bárbara Sánchez, es porque le estamos quitando responsabilidad a una sociedad patriarcal que constantemente ejerce poder sobre las mujeres. 

“Cerramos la posibilidad de que aquellas mujeres que se encuentran dentro de una relación violenta, identifiquen las conductas de sus parejas que podrían alertarlas a salir de ahí de una manera eficaz”.

Además, debemos recordar que esta descripción que realiza la psicóloga Bárbara Sánchez, se enmarca en un contexto donde de acuerdo con ONU Mujeres, se estima que el 1 de cada 3 mujeres sufren violencia física y sexual por parte de sus parejas o de personas cercanas a ellas; principalmente en un país donde diariamente 9 mujeres son asesinadas.

Este tipo de actitudes no sólo se presentan en situaciones afectivas, también se presentan en entornos académicos, sociales y laborales, y el invisibilizar estas actitudes a través del uso de esta término, facilita a otros el ejercicio de la violencia contra las mujeres.

“Yo recomendaría no tener miedo a soltar este término. No estamos exagerando, es violencia; nos incomoda, nos impide hacer una vida saludable y nos impide ver las imposiciones de género, desde los roles y estereotipos de género”.

Continuar usando estas expresiones no sólo reduce la violencia, sino que niega la lucha histórica de las mujeres; “hay que recordar que lo que no se nombra, no existe”; de esta forma cerró su intervención la psicóloga feminista Bárbara Sánchez.