Una mujer líder no necesita golpetear en la mesa, tener una voz gruesa y ser agresiva, comenta Silvia Giorguli Saucedo, presidenta del Colegio de México (Colmex) en entrevista Mujeres Líderes de La Cadera de Eva. “La empatía no está peleada con el liderazgo”, dice Giorguli. Tampoco la mirada humana está peleada con ejecutar una política de migración, acusa.

Giorguli es la primera primera mujer en encabezar el Colmex, fue electa por la Junta de Gobierno de la institución para un segundo periodo como presidenta de esa casa de estudios para el período 2020-2025. Sus líneas de investigación son dinámica demográfica y educación, transiciones a la adultez y migración internacional.

“Migrantes deben ser considerados como seres humanos”

La visión empática de su liderazgo también marca su visión política. Sobre el triunfo del demócrata Joe Biden, la actual presidenta del Colegio de México espera que la visión humana hacia los  migrantes cambie la forma de gestionar la migración y se respeten sus derechos.

“No soy muy entusiasta de que Biden pueda hacer grandes cambios, en su época de vicepresidente hubo un importante número de deportaciones. Lo que me parece importante es la forma en cómo concibe al migrante, como un ser humano con derechos”.

Para la presidenta del Colmex, Joe Biden tiene una radiografía de las fallas del sistema político y sus propuestas contraponen a las de Trump. “Las propuestas de Biden son tibias pero junto a las de Trump se ven muy revolucionarias, tiene la intención de modificar el sistema de asilo, aumentar el número de ingresos posibles”, señala.

“Está en las manos del demócrata regularizar a los dreamers y buscar un camino para revaluar a las personas que llevan más de 15 años en el país vecino, es un gran ganancia, sobre todo el trato humanitario, será un gran avance”, apunta la presidenta.

“La empatía no está peleada con el liderazgo”

Cuando Silvia Giorguli Saucedo fue candidata para la presidencia, la acusaban de ser “la cuota de género”. Sin embargo, ella no hizo caso a esos comentarios. “Estaba muy emocionada de ser candidata”, comparte Giorguli. No imaginó que terminaría al frente de un Colegio que había sido dirigido sólo por hombres.

Al preguntarle, cuál es el camino para ser rectora. Silvia comparte que como tal no hay un camino, sino un compromiso y pasión con la trayectoria profesional.

“No sé si haya un camino, lo que quiero decir es que desde mi experiencia, lo que me trajo aquí, fue una gran pasión por lo que hago. Además, tengo un gran compromiso con las instituciones. Mi capacidad de ver lo que los otros están haciendo y tratar de generar un proyecto institucional, me ha traído hasta aquí”, asevera Silvia.

Silvia comparte que su entorno familiar, un núcleo que está involucrado con el tema educativo, fue clave para tener una mirada estratégica en el tema educativo.“No sólo es dar clase sino entender el contexto y la planeación”, dice.

Giorguli estudió Sociología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cursó la maestría en Demografía en El Colegio de México y, en 2004, obtuvo el doctorado en Sociología en la Universidad de Brown, en Estados Unidos. Además, realizó una estancia de investigación (2007-2008) en el Centro de Estudios Avanzados en Ciencias de la Conducta (Center for Advanced Study in the Behavioral Sciences) de la Universidad de Stanford.

“La organización de la institución en sí misma es un tema que siempre me ha interesado, cuando fui coordinadora de la maestría, ahí pude proyectarme, empecé a leer más sobre planeación educativa. No sabía que eso me iba a llevar a la construcción de un programa de trabajo que iba a trascender hasta llegar a la presidencia”, comparte la presidenta.

El Colegio de México fue el refugio de intelectuales españoles republicanos, se creó en 1940 con apoyo del expresidente Lázaro Cárdenas y los dirigentes de La Casa de España. En cuanto a la cuestión de género, la presidenta señaló que la institución ha tenido que cambiar.

La mirada de género, una construcción colectiva

En cuanto al tema de la prevención del acoso y hostigamiento sexual, “el Colegio de México no se podía quedar atrás”, señala su presidenta.

Para ella la creación de los protocolos y los avances en los temas de género han sido una construcción de la comunidad. “Es un trabajo de cuerpos colegiados, un trabajo donde participa el Consejo Académico. En cuanto a este tema hay una construcción institucional, no es que venga alguien de arriba y se imponga. Ha sido una construcción con los diferentes sectores, con los sindicatos, los administrativos, investigadores”, señala.

“Decía cuando terminamos el protocolo, que éste apenas era el inicio. Un protocolo implica cambiar actitudes y acciones que se tenemos muy interiorizadas”, señala.

A la par de la creación de protocolos, también se ha trabajado en visibilizar la trayecto académica de las mujeres. El 12 de noviembre se hará un homenaje a la doctora Josefina Zoraida Vázquez por sus 60 años de trayectoria en El Colegio de México. La trayectoria de la académica ha sido tan amplia, que ha participado en la creación de los libros de texto de la Secretaria de Educación Pública (SEP).

“En la historia del Colmex no había profesoras eméritas, no es que lo prohibieran sino que no había una visibilización de su trabajo”, comparte la presidenta. Un aspecto que influyó es que la institución contemplaba acciones que habían desempeñado los investigadores, por lo regular, las mujeres no estaban en cargos tan visibles, algo que ha cambiado, “espero que se quede en el pasado”, dice Silvia.

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Las labores de cuidado, algo que atender

Respecto a la labor de investigación, Silvia Giorguli considera que hubo un reacomodo con el tema de los cuidados, sobre todo de los hijos e hijas de primara que requiere de mayor atención.

“Debido a al forma en cómo está organizada la sociedad, la labor de cuidado ha recaído en las mujeres y se espera que habrá un mayor costo en su producción académica. En un año que les preguntemos sobre las publicaciones, tendrán un número menor en comparación con los hombres. Estos datos nos permiten tener una sensibilidad sobre el tema y darnos cuenta que hay algo que debemos atender”, apunta.

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Para la presidenta, todavía es un enigma la poca participación de las mujeres en la academia. “Lo vemos en el número de rectoras, son pocas las que existen, apenas son siete las que ha habido en seis sexenios”. Silvia espera que la discriminación de género en el ámbito académico sea cosa de pasado, así como los estereotipos de género en cuanto al liderazgo. Espera que se cambia la percepción que una mujer líder debe ser alguien al estilo de Margaret Thatcher, "muy masculinizada", acusa.