El día de muertos es una de las tradiciones más esperadas por las y los mexicanos. En estas fechas, la tradición de nuestro país exige colocar ofrendas a aquellos seres amados con quienes ya no podemos compartir tiempo y espacio, y que recordamos con cariño. 

De acuerdo con las creencias que han pasado de generación en generación, los días uno y dos de noviembre son fechas especiales, ya que nuestros difuntos tienen la oportunidad de visitarnos en el mundo terrenal para degustar algunas de sus comidas favoritas. Se trata de una época para recordar y nombrar a personas que extrañamos, pero también es una fecha para visibilizar las violencias que le arrebatan la vida a once mujeres diariamente en México. 

Desde hace algunos años se ha visto que las tradicionales ofrendas del día de muertos han sido utilizadas como un medio de protesta por los feminicidios en México, mujeres se convocan a nombrar a todas aquellas mujeres a quienes la violencia machista les arrebató la vida. Según la antropóloga y feminista Elvia Ramírez Olvera, se trata de una resignificació y reapropiación de esta tradición: 

“El día de muertos es una tradición que está siempre en constante cambio: transformándose” dijo Elvia Ramírez en entrevista para La Cadera de Eva. “Antes que nada, tendríamos que entender que el día de los muertos, de todos los santos o de las almas en pena, tiene diferentes significados; por lo tanto, no podríamos hablar de una sola forma de resignificar la tradición,  sino que constantemente se resignifica y apropia por diversos grupos y comunidades. En antropología y sociología estos son dos términos que generalmente se le asignan a procesos vinculados sobre todo con el territorio, la identidad y el patrimonio”, agregó. 

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Según lo explicado por la antropóloga, desde este enfoque, las ofrendas dedicadas a mujeres víctimas de feminicidio son parte de la resignificación y reapropiación de una tradición dedicada a recordar a las personas difuntas. No obstante, señaló que esta forma de reapropiación de las ofrendas no es exclusiva del día de muertos:

“Si bien los movimientos feministas y grupos de madres buscadoras han hecho uso de las famosas ofrendas en otros momentos, no necesariamente lo hacen en el día de muertos, y eso es una reapropiación de la tradición. Un ejemplo perfecto son las múltiples ofrendas dedicadas a las mujeres durante las marchas del 8M. Sin duda, estas no tienen la misma estructura que una ofrenda ‘tradicional’, pero son representaciones y protestas colectivas que modifican los espacios y que buscan visibilizar los feminicidios. Asimismo, las ofrendas que son dedicadas durante el día de muertos son una protesta emocional y política”, dijo.

Para Elvia, el impacto que tienen este tipo de protestas es principalmente emocional porque, aunque existe una romantización del día de muertos, que en parte yace en la construcción de la identidad nacional mexicana, es cierto que en buena medida las ofrendas, como tradiciones ancestrales de los pueblos, buscan recordar y no olvidar a aquellas personas que ya no están. 

“La cultura es un conjunto de sistemas de significación, que constantemente se está transformando, y las ofrendas muestran cómo esas personas fallecidas siguen significando dentro de la cultura. Las ofrendas dedicadas a los feminicidios podrían entenderse como una protesta simbólica y política, en donde, se reconoce la ausencia de aquellas mujeres asesinadas a partir de reconocerlas dentro de la cultura viva”, señaló la antropóloga.

“Igualmente, pienso que al ser una tradición que ha sido muy impulsada estatalmente y comercialmente, estas ofrendas sirven en buena medida para visibilizar los procesos de búsqueda de justicia para las mujeres. Es decir, no sólo son una ofrenda física que honra la vida de aquellas mujeres víctimas de feminicidio, sino también una ventana para visibilizar sus casos con una forma más entendible y sensible. Son ofrendas a sus hijas asesinadas porque las ofrendas las pensamos siempre desde lo familiar, y lo vinculamos directamente con esta parte afectiva, pero no por eso menos política”, agregó.

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Las ofrendas de día de muertos y el duelo

Perder a un ser querido es un proceso largo y complicado. Cuando nos enfrentamos a una situación así, atravesamos un duelo que con el tiempo nos ayuda a sanar esa herida emocional. Para algunas personas, colocar la ofrenda al ser querido que ha fallecido les hace reconectar con el dolor de la pérdida. 

“Las ofrendas de día de muertos sí tienen una relación estrecha con la muerte y el duelo”, afirmó la antropóloga. “Diversos pueblos las realizan también para reforzar su propia identidad comunitaria, porque la cultura, al ser un conjunto de sistemas de relaciones que se significan constantemente, encuentra en el día de muertos una forma de representarse en conjunto, de resignificarse”, agregó.

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De acuerdo con lo explicado por Elvia Ramírez, la función de la ofrenda, como una forma de expresar el duelo, permite la construcción de la memoria colectiva de la propia identidad; eso está estrechamente ligado a que en los últimos años, a partir del proceso de globalización, se comercialicen las tradiciones, y estas generan en nuestro imaginario colectivo la idea de que nosotros no le tememos a la muerte, pero esto no se ve de la misma forma cuando se trata de ofrendas a víctimas de feminicidio:

“En el caso de las ofrendas por feminicidio, muestran en parte una forma de sobrellevar el duelo, pero sobre todo una forma de politizar ese duelo y esas emociones; nos muestran que la muerte duele; que le tememos a morir por el hecho de ser mujeres; que la injusticia duele. Puede ser una de las tantas formas conjuntas que tienen los familiares de las víctimas para sobrellevarlo, pero también para recordarles y hacerles presentes a pesar de ya no estar. Es una forma de verlas más allá de su asesinato, como mujeres que vivieron y que durante esa vida generaron tantas relaciones de significación que sus seres queridos no las olvidan, y buscan justicia para recordarles así: dignamente” dijo la antropóloga.