El gobierno de Nueva Zelanda tiene como objetivo despenalizar el aborto, para que las mujeres puedan decidir sobre la interrupción de su embarazo antes de las 20 semanas de gestación.

El proyecto será presentado por el gobierno de la Primera Ministra Jacinda Ardern, con el fin de cambiar la ley que prohíbe el aborto desde 1977.

La ley de ese año dicta que una mujer únicamente puede acceder a un aborto si dos médicos certifican que continuar con el embarazo podría en riesgo su salud física y mental.

Este nuevo proyecto de ley se llevará por primera vez el próximo jueves.

De ser aprobada la legislación, significaría que una mujer ya no tendría que ser evaluada por un médico para definir su bienestar salud y mental. Sino que las mujeres podrán acudir a al servicio de aborto siendo asesoradas e informadas.

Además, un médico podrá autorizar a las mujeres que tengan más de 20 semanas de embarazo, si este pondrá en riesgo su salud física o mental.

La legislación también permite “áreas seguras” alrededor de las instituciones donde se realicen los abortos con el fin de evitar el acoso por parte de personas “pro vida”.

"El aborto seguro debe ser tratado y regulado como un problema de salud; una mujer tiene derecho a elegir qué le sucede a su cuerpo", dijo el ministro de Justicia Andrew Little, quien señala que el aborto “es el único procedimeinto médico que aún se considera un crimen en Nueva Zelanda.

Los médicos que se opongan a practicar un aborto deberán informar a la mujer de su postura contraria, entre otras medidas. 

bl