Históricamente la sexualidad femenina ha sido un tabú, cuestión que ha jugado en contra a las mujeres, pues la desinformación impide que disfruten de relaciones sexuales satisfactorias, e incluso, ha provocado que se normalicen actitudes violentas y dolorosas durante el sexo.
Es común que la primera relación sexual se perciba como un hecho doloroso, debido a toda una creencia relacionada con el mito de la virginidad, pero la creencia de que el sexo puede ser doloroso para las mujeres se normaliza a tal grado que algunas mujeres creen que deben aguantar el dolor para complacer a su pareja sexual.
La liberación sexual femenina impulsada por el movimiento feminista desde los años 70’s ha logrado desmitificar la sexualidad y ha reivindicado el placer femenino, por ello, en la actualidad se tiene conocimiento de que las relaciones sexuales deben ser una experiencia placentera y que si existe dolor, no es normal.
El dolor en el sexo no es normal
Expertas como las sexólogas y ginecólogas han hecho un trabajo arduo de difusión para desmentir la creencia generalizada de que las relaciones sexuales son dolorosas. De acuerdo con la sexóloga Marta Torres, el sexo no debe doler, pero a pesar de eso, cada día hay más mujeres que acuden a consulta por sentir dolor durante el coito.
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De acuerdo con una infografía de Platanomelón, un 75% de las mujeres pueden haber experimentado un coito doloroso en algún momento de sus vidas y según un estudio de la University College London, un tercio de las mujeres que experimentan dolor durante el sexo aseguran que tienen una vida sexual insatisfactoria.
A pesar del dolor, muchas mujeres deciden aguantar con intención de complacer a su pareja, por normalizar el dolor y las prácticas sexuales que no priorizan el placer femenino o bien, por falta de comunicación con la pareja.
¿Cuáles pueden ser las razones del dolor?
El sexo doloroso puede ser provocado por diversos factores, pero clínicamente existen dos principales: el vaginismo (un exceso de tono muscular que provoca la contracción involuntaria de la vagina) y la dispareunia, esta última puede ser causada por falta de lubricació o resequedad vaginal, alteraciones en el pH vaginal, dermatitis o lesiones, problemas orgánicos como malformaciones vaginales, infecciones, enfermedades pélvicas, vulvodinia o causas psicológicas, como la falta de excitación, ansiedad, deseo sexual inhibido, educación sexual inadecuada, experiencias traumáticas en el pasado.
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Cuando el dolor se experimenta en una zona más interna podría indicar el padecimiento de otros trastornos, como la endometriosis, quistes o problemas en el útero.
Si detectas dolor durante las relaciones sexuales es importante que acudas con algún especialista de la ginecología o la sexología.