El trabajo de las colectivas universitarias en el acompañamiento a las víctimas de violencia de género a través de redes de apoyo es necesario e importante. A partir de la pandemia por covid-19, se ha complicado dar asesoramiento y seguimiento a los procesos de las mujeres, pero los casos de violencia escolar (incluso ahora que las clases son en línea) no han parado. Las colectivas siguen resistiendo y buscando las mejores estrategias para combatir la violencia de género. 

¿Por qué se necesitan redes de apoyo? Muchas veces los procesos para denunciar violencia son difíciles y tortuosos. No solo porque las víctimas tienen que volver a recordar y vivir los sucesos violentos, sino por las trabas que existen en las instituciones: piden horas y fechas exactas de las agresiones, preguntan si de verdad se está segura de proceder con la denuncia, “¿por qué te tardaste tanto en denunciar?”

“Hacen más difícil un proceso que ya es difícil” menciona Vianey Mejía, feminista encargada de crear redes de apoyo universitario, en la conferencia “Voces de las colectivas universitarias en el trabajo de acompañamiento a víctimas de violencia de género a través de redes de apoyo” organizada por la UNAM en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Redes de apoyo universitarias 

Las redes de acompañamientos son vitales para la difusión de información respecto a la violencia de género y sobre cómo actuar cuando se está en una situación de riesgo. En las universidades son un espacio para denunciar y para ser escuchadas. 

Se trata más que nada de eso: escuchar a las víctimas, ser solidarias y acompañarlas en su proceso. Además, algunos colectivos se especializan en otorgar ayuda legal y psicológica. Son mujeres preparadas en leyes, que por cuenta propia estudiaron las estructuras jurídicas y buscaron estrategias psicológicas para ayudar lo más posible a que las mujeres tengan un proceso de sanación y justicia. 

“Recatamos las memorias de lucha” dice Brenda Medina, feminista de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. 

“Escuchar a quienes han sufrido violencia en sus cuerpos, en sus vidas, a las que han tenido que pasar por años de terapia [...] No decirles lo que piensas que necesitan” agrega Vianey Mejía.

La pandemia y el acompañamiento

Una parte importante de denunciar, es saber que vas a estar acompañada por otras mujeres. “No te tratan igual si vas sola, que si vas acompañada de amigas”, mencionan en conferencia. 

Los colectivos han intentado buscar estrategias para no dejar de seguir los casos de violencia. “Desde mi perspectiva y lo que me interesa, es precisamente posibilitar el encuentro y para posibilitar el encuentro la pandemia nos ha puesto en jaque todo ese trabajo físico de acompañamiento porque estamos básicamente desde nuestras casas, pero eso no quiere decir que no se pueda seguir acompañando a través de de las plataformas”  menciona Itzel Mata, feminista de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, especializada en acompañamiento psicológico. 

¿La clave? El activismo en redes sociales. Los colectivos han tratado de socializar la  información y resistir. “Ni siquiera detrás de la distancia de una cámara estamos seguras”, menciona Vianey Mejía, sin embargo, todas siguen con los proyectos. Actualmente, es a través de las plataformas digitales que siguen en contacto con las víctimas. El asesoramiento no ha parado, porque la violencia tampoco lo ha hecho.