“¿Cómo puede ser que al año 2021 estemos discutiendo que a una chica no le tienen que tocar el culo en su espacio de trabajo? (…) ¿De dónde viene esto? De que muchas de las personas que hoy dirigen y tienen equipos a cargo son de otra época”, sostiene Laura Marajofsky, la creadora del blog ‘Drink Me’.

Drink Me es un blog sobre coctelerías y bares nocturno. En su creación descrubió que cada vez había más mujeres detrás de la barra. Ese fue el inicio, ahora une diferentes disciplinas en su red de mujeres gastronómicas.

Laura Marajofsky es una de las creadoras de Mapa de Barmaids y afines que busca apoyar el trabajo de las mujeres y terminar con las desigualdades en la gastronomía.

Esta plataforma, creada en Argentina hace tres años, une a cientos de mujeres del sector en Chile, Perú, México y Uruguay. Próximamente podría cruzar el Atlántico y llegar a España.

Buscan las mujeres mayores, hasta las chicas que acaban de ingresar se registren en la plataforma.

A partir de esta plataforma, encontraron problemas puntuales, que las lelvaron a la propuesta de crear un protocolo para la capacitación al personal gastronómico en caso de que surja una situación machista.

Un sector retrógado

El trabajo de concientización en cuestiones de género, también es importante llevarlo a cabo dentro de la industria gastronómica. Es un un ámbito “muy precarizado” y en donde “se pone mucho el cuerpo”.

De hecho, según la Encuesta de Género en Gastronomía realizada por la propia plataforma el año pasado, más del 30 % de las mujeres del sector han sufrido algún tipo de abuso en su trabajo. Casi el 30 % procedente de jefes o superiores.

“Pareciera que nos estamos dando cuenta ahora. Nunca es tarde, pero indigna un poco que sepamos que estas cosas suceden desde hace años”, lamenta Laura Marajofsky. “Mientras esperamos que llegue el recambio generacional y cultural de la gastronomía, necesitamos un poco más de colaboración. Necesitamos que el Estado aparezca un poco más y que las empresas también participen”, agrega la responsable de ‘Barmaids y afines’.

Los siguientes pasos

Mientras continúa la implantación definitiva del mapa en otros países, el principal objetivo de Marajofsky y de sus compañeras es convertir ‘Barmaids y afines’ en una organización civil sin ánimo de lucro. De esta forma conseguirían poner el foco en un trabajo tan silencioso como necesario: formar, educar y hacer sondeos sobre las mujeres en la gastronomía.

“Queremos que esto crezca para no sólo seguirlas visibilizando (a las mujeres gastronómicas), sino poder generar masa crítica y sobre todo volumen político” con el objetivo de provocar “más cambios sustanciales y tener una incidencia concreta en el sector”, asevera Marajofsky.

La periodista aspira a conseguir un sector gastronómico menos precario, más equitativo, diverso y que en ningún caso pierda de vista la “dimensión humana” que existe detrás de todos sus trabajadores.

Y también que los propios consumidores modifiquen sus prioridades, que valoren la igualdad de género a la hora de decidir en qué lugares tomarse una copa o celebrar una cena, o lo que es lo mismo: que la “sostenibilidad humana con perspectiva de género” sea una “variable más” dentro de la gastronomía.