María fue obligada a ser espía de las Maras, grupo delictivo formado por centroamericanos deportados de Estados Unidos. Cuando ella decide huir de la violencia a la que fue sometida por siete años, este grupo la persiguió, la alcanzaron en Chiapas. Al encontrarla, la golpearon, al darse cuenta que había un testigo, la soltaron.

La historia de María se suma a la ola de violencia que se vive en El Salvador y Centroamérica, donde las mujeres viven agresiones sexuales. “Muchas familias deciden migrar antes de dejarle a sus hijas a los jefes de las Maras”, comenta Tania Turner, Coordinadora de Programas de Fondo Semillas, en entrevista para La Cadera de Eva.

La falta de empleos y oportunidades eran las razones por la que se migraba, ahora, vemos un número exponencial de mujeres migrantes que se desplazan para huir de la violencia que se vive en sus países y dentro de sus familias.

“Cada vez somos testigos de niñas y niños que migran sin un acompañante”, comenta Turner.

Uno de cada cuatro infantes que migran lo hace sin la compañía de un adulto. Dentro de esta ola de migraciones nos encontramos a niñas que lo hacen porque huyen de familias violentas.

Pastilla del día después, parte del kit de viaje

Las niñas y jóvenes migrantes saben que en el camino pueden ser víctimas de violencia sexual por parte de los propios migrantes y autoridades; por lo que viajan con la pastilla del día después para evitar quedar embarazadas después de un agresión.

Sin embargo, hay niñas que llegan embarazadas a la frontera con México.

 

“Lo que nos han reportado es que estas niñas reciben trato de adultos, por el simple de hecho de estar embarazadas”, nos comenta Turner.

Las niñas asumen que están encarceladas por el hecho de migrar. Aunque son retenidas en centros migratorios, ellas creen que están en una cárcel.

“Las autoridades están rebasadas por este flujo migratorio, muchas veces no tienen claros los protocolos y no saben cómo proceder”, nos relata la Coordinadora de Programas de Fondo Semillas.

En México también se viven el fenómeno de la separación de familias, como se vio en 2018 en Estados Unidos, no se ha dado tal cobertura “pero está pasado”, recalca Turner.

La cifra de niños retenidos es alarmante, en este año las autoridades mexicanas han retenido más de 33 mil niñas, niños o adolescentes migrantes, mientras que en 2018 habían sido 14 mil, la cifra incrementó un 132% de acuerdo con la subsecretaria de Derechos Humanos de la SRE, Martha Delgado.

En apoyo a este fenómeno social que estamos viendo,Fondo Semillas ha lanzado una campaña para apoyar a colectivos y grupos que dan albergue y asesoría psicológica y legal a estas niñas y jóvenes.

Fondo Semillas te invita a ser parte de la campaña que cuida el camino de #NiñasQueMigran, puedes donar en su página semillas.org.mx/campanas