La versión de la película “Mujercitas” dirigida por Greta Gerwig ha sido calificada de feminista por la misma directora. Sin embargo, el ángulo de la película ha sido cuestionado, ¿podemos afirmar que esta obra tiene tintes feministas?

Elsa Fernández escribe en El País que es una “película a ratos encantadora y feliz pero excesivamente autocomplaciente, con la que Greta Gerwig se ha escrito una carta de amor a sí misma”.

En la película se muestra la incomodidad de la relación de los personajes femeninos con el matrimonio, la directora Gerwing se las ingenia para seguir siendo crítica en este punto.

Saoirse Ronan (interpeta a Joe March en Mujercitas) y Greta Gerwig (directora de Mujercitas)

Uno de los puntos críticos del matrimonio es cuando Beth March, la hermana más pretenciosa, deja en claro que es un acuerdo meramente económico.

La obra en sí misma de Louisa May Alcott ha sido criticada si es feminista o no. Al respecto, Hillary Lelly ha señalado que “resulta francamente extraño que mujeres inteligentes consideren que un libro en el que los sueños de las protagonistas son desechados para acabar metidas en una vida dedicada a zurcir calcetines sea señalada como lectura obligatoria para las niñas de hoy”.

El personaje de Jo March, la hermana rebelde y temperamental, cuyo sueño es ser escritora, inspiró a personalidades como Simone de Beauvoir, Hillary Clinton o Patti Smith.

“Jo quería ser escritora, como yo. Y tenía mal carácter, como yo. No sé si ya me parecía a ella y por eso me gustó tanto, o si me esforcé en parecerme a ella hasta que lo logré”, comenta Gerwig al diario El País.

En redes sociales se ha calificado la película de Mujercitas como un “feminismo blanco”, esto porque retrata a mujeres adineradas que cuestionan los estereotipos de su época.

¿Qué es el “feminismo blanco”?

Zeba Blay señala que “el feminismo blanco pretende cerrar la brecha salarial entre mujeres y hombres, pero falla en reconocer que la mayoría de las veces, mujeres latinas y negras ganan aún menos que eso”.

En relación a esta crítica, Begoña Piña señala en Público que Gerwin es la primera cineasta que entiende el entorno económico donde se escribe la historia, y agrega:

“Gerwig es la primera cineasta que entiende que Mujercitas es una historia de ‘mujeres artistas y mujeres y dinero’, tal y como ha escrito en las notas de dirección de la película.

“Eso está ahí en el texto, pero es un aspecto de la historia que no se ha tratado antes. Era algo que me parecía muy muy real, e incluso ahora, esta película me parece lo más autobiográfico que jamás haya hecho”, dice Begoña Piña.

En entrevista para la Cadera de Eva, la feminista Alejandra Collado señala que desde que leyó el libro le pareció más una telenovela que fue tomado como un clásico. “No es una obra que desde el principio se haya posicionado como feminista” dijo. Sin embargo, reconoce que se le den espacios en el cine a temas femeninos dirigidos por mujeres.

“Existe un feminismo suavecito, el de Emma Watson, el de la ONU que está bien porque nos permite mayor visibilidad, es desde esta ala donde se da esta apropiación y estos productos, para promover el feminismo – que también- se ve como un mercado de consumo”, aclara la feminista.

Collado agrega, “es reconocible que estos espacios y presupuestos sean ocupados para películas de mujeres, que para las típicas películas de acción de machines”.

En relación a la apertura de presupuestos para películas dirigidas por mujeres, Gerwing, directora de Lady Bird,  señala “Hay un impulso para contratar a más mujeres y poner sus películas en el centro de la conversación. Pero también diría que, para los estudios, es como comer verdura…”.

Se dan estos espacios más por obligación que por convicción o por gusto. “A Hollywood no le importa de dónde venga el dinero, mientras venga. Se han dado cuenta de que las películas dirigidas por mujeres funcionan económicamente, como Wonder Woman o Estafadoras de Wall Street. Y están encantados en cobrar el cheque…”, opina la directora.

Gerwig no quiso rodar una película destinada solo a las mujeres. “Una de las cosas que me gusta del libro de Alcott y de su feminismo es que no son excluyentes. Ve el feminismo como un cambio con el que hombres y mujeres salen ganando”.