“Los sueños no caen del cielo, hay que construir una escalera para alcanzarlos”.- Andrea Flores Ruiz, activista y conferencista con parálisis cerebral. Presidenta de la AC “Familia Incluyente” y ganadora del Premio Nacional de la Juventud 2019, en la categoría de Discapacidad e Integración. 

Este lunes, el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) realizó la 39 entrega del Premio Nacional de la Juventud a 34 jóvenes de entre 12 y 29 años que, por su labor social, académica, cultural o artística, han logrado trascender las fronteras geográficas de sus comunidades para impulsar un cambio que inspira a construir un país más fuerte, justo y equitativo. 

En esta ocasión, por primera vez los espacios ocupados en el presidium montado en el patio central del Museo Nacional de Antropología, fueron ocupados mayoritariamente por mujeres. De las 34 personas galardonadas, 23 fueron mujeres y ocho de ellas mujeres indígenas. 

Hoy quiero dedicar este espacio a contar un poco de sus historias para que podamos inspirarnos con el trabajo, los resultados y éxitos de estas 23 jóvenes mujeres que, desde sus lugares de origen, son ya una fuente de inspiración para otras niñas y mujeres. 

Andrea Flores Ruiz, originaria de Guadalajara, fue la voz de los ganadores en la categoría de 18 a 29 años. A pesar de vivir con parálisis cerebral, Andrea preside una asociación civil que ofrece atención a las familias de personas con alguna discapacidad. Es maestra en ciencias de la familia y en 2010 ganó la medalla de bronce en la Olimpiada Mexicana de Informática. 

María Fernanda Hernández, a sus 17 años ha demostrado que la pobreza y violencia no son impedimentos para salir adelante. Desde pequeña ha sido miembro del cuadro de honor y es una estudiante destacada de las ciencias biológicas. 

Aisha Aguilar Corona, es violinista. A sus seis años dio su primer concierto como solista y ha sido premiada en México, estados Unidos y Gran Bretaña. A sus 16 años fundó el programa “Raíces Musicales”, con el que promueve la música clásica entre niñas, niños y jóvenes marginados de su comunidad.

Pamela Martínez Ortiz, Cinthia Paola y Diana Marlen Aguilar Castro, son tres jóvenes que se formaron en una escuela indígena y con menos de 20 años de edad, han formado un trío de música típica de la huasteca potosina, con la que buscan despertar el interés musical de la comunidad, mediante el huapango, talleres, ponencias y conciertos gratuitos. 

Mónica Morán Padilla. Con 17 años, esta joven de El Marqués, Querétaro, ha transformado la sobreproducción de huevos en una productiva granja comunitaria, que de la mano con sus vecinos, inició un proyecto para fortalecer la economía solidaria con un enfoque de género. 

Zandy Tezoptitlán Emigdio. En su natal Chilapa, en Guerrero, esta mujer indígena de 29 años es promotora de los derechos Humanos, Sexuales y Reproductivos de las mujeres indígenas nahuas. Fundó la Casa de Atención para la Mujer Indígena de Chilapa. 

Alma Martínez Hernández, de 17 años y originaria del Ejido Guayol, en Tabasco, es una joven indígena que junto con dos compañeros de escuela, se han propuesto difundir el uso de plantas medicinales a través de una guía bilingüe que ellos elaboraron para rescatar el uso de la medicina tradicional de sus antepasados. 

Maritza Suárez González. En Ciudad Hidalgo, Michoacán, creó el proyecto “No me discrimines”, que busca generar conciencia sobre los retos que enfrentan las personas con discapacidad, a través de conferencias y actividades socioculturales. Además capacita a jóvenes con discapacidad en su ciudad, para autoemplearse en la rama gastronómica. 

María Bárbara Wetzel Aguilar. Ha sido campeona de gimnasia artística desde los 11 años y medallista de oro en Italia y Alemania. El síndrome de down no han sido impedimento para que a sus 15 años sea promotora y activista de los derechos humanos de las juventudes con discapacidad en su natal Veracruz. 

Ana de Loera Zavala, Sara Rovelo Urdapilleta, Priscila Martínez y Sofia Alejandra Cuellar Cervantes, de 17 años y originarias de San Luis Potosí, crearon el colectivo Sororidad Ciudadana: Perspectiva Lila, que se ha dedicado a visibilizar la violencia contra las mujeres en su estado, y han empujado la activación de la Alerta de Género. Su aportación además constituye un protocolo ciudadano contra la violencia. 

Sandra Martínez Hernández. Esta feminista de 29 años habitante de Iztapalapa, utiliza la investigación social para crear propuestas de política pública que buscan combatir la violencia política contra las mujeres. Por su labor, ha sido reconocida por el Colegio de Jalisco, El IECM y la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León. 

Radio Tzinaka. En esta radio comunitaria de San Miguel Tzinacapan, Puebla siete mujeres indígenas crearon en 2012 una estación de radio con la que han impulsado el fortalecimiento de la cultura y la organización de los pueblos de la sierra poblana. En siete años han informado, entretenido y preservado sus costumbres en español y náhuatl, para preservar sus tradiciones y su lengua. 

De acuerdo con el director del Imjuve, Guillermo Santiago Rodríguez, como nunca antes, en esta edición el galardón tuvo un carácter más incluyente al incorporar jóvenes no sólo proveniente de todo el país, sino también a representantes de comunidades marginadas y diversos bagajes, orígenes sociales y étnicos, reconociendo la diversidad cultural de las juventudes mexicanas, particularmente de las mujeres jóvenes.