Maternidad y crianza van juntas y pegadas, incluso podríamos imaginar claramente que la carne de la maternidad son todos los cuidados para las hijas e hijos que les proporcionan las herramientas para gozar de  infancias felices y que al crecer sean personas que  vivan satisfactoriamente —todo lo anterior es idealmente pues no todas las experiencias de maternidad son posibles desde y para la felicidad y la satisfacción por el hecho de vivir en una sociedad plagada de desigualdades—.

El feminismo desde su teoría distingue entre las experiencias maternas y  la maternidad como imposición social y normativa; porque no es igual hablar de maternidad desde los preceptos del patriarcado (abnegada, sumisa, amorosa incondicionalmente, culpable, santificada, buena madre) a profundizar en las diversas experiencias que cada mujer puede tener cuando materna (más adelante profundizaré en este término).

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El cuidado de las hijas y de los hijos influirá en la manera sobre cómo al crecer esas personas se desenvolveran en sus futuras vidas, así reflexionar respecto a la noción de maternar puede llevarnos a cambios muy positivos para abonar al cambio de la asimétrica realidad social en que vivimos. 

“Maternar” hace referencia a todos los cuidados para las hijas y los hijos con quienes creceremos —considerando que cuando cuidamos también nos desarrollamos a nivel personal—. Según la cultura popular en redes sociales virtuales, la opinión de madres con las que he charlado e incluso para mí que encarno la maternidad: una vez que una mujer se convierte en madre no para de maternar, pues es una actividad inagotable -y muy cansada- que se produce en el día a día de quién se encuentra criando a sus hijas/, y en la que las infancias se desarrollan físico, social, intelectual y emocionalmente. Así, dicho desarrollo integral que comúnmente proporcionan las madres —y en muchas ocasiones las abuelas— puede ser el detonante para subvertir el patriarcado (orden social establecido) al forjar criaturas  sensatas, críticas, empáticas, amorosas, con responsabilidad afectiva, valientes, justas y fuera de las normas sociales convencionales e impuestas por el sistema patriarcal.

Ahora, con todo y que la crianza debería desempeñarse por quienes deciden tener descendencia —regularmente por la madre y el padre— es innegable que en la cultura mexicana aún hoy en día persiste que sean las madres quienes realizan la mayor parte de las labores de crianza —lactar, cambiar pañales, visitas al pediatra, limpieza del hogar y los utensilios para las criaturas, compra de enseres, etc.— incluso muchas de ellas postergando su vida profesional para dedicarse de lleno al cuidado de sus hijas o hijos. Por lo que, desde el feminismo pugnamos por relaciones de corresponsabilidad en la crianza y el espacio doméstico, donde exista la paternidad activa (si es que la figura del padre está presente, ya que en muchísimos casos la maternidad es autogestiva y la paternidad ausente) y las redes de apoyo con la familia o seres de confianza; la propuesta es re-significar y re-valorar la crianza, que deje de ser solo responsabilidad exclusiva de las madres y de las mujeres, para que sea consciencia de cuidado comunitario para el bienestar de las niñas y niños.

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En suma, la crianza consciente, en horizontalidad, afectuosa, con guía desde la comunicación asertiva y la escucha activa, comunitaria, desde la ternura radical y libre de adultocentrismo (lo cual significa considerar que las personas adultas son superiores sobre otras generaciones como lo son: niñez, adolescencia y juventud), es decir: la crianza feminista, es un acto político que propicia la modificación del mundo para beneficio de todas las personas que lo habitamos, al producir un efecto positivo en mí, mis hijas o hijos y mi entorno para  tiempo presente y futuro.

*Margarita Mantilla (Ciudad de México, 1985) Socióloga e investigadora feminista, Maestra en estudios de la mujer por la UAM-X. Cofundadora de CoCu (Colectiva Cuerpa), Feministas de la UAM-X, Me gusta menstruar y creadora de Tallercitas feministas (espacio para la formación política feminista). Especialista en teoría feminista, desde donde trata los temas de maternidad, economía feminista, acoso callejero, vientres de alquiler, relaciones de género, gordAfobia y más. Apasionada por la música, el cine y la literatura, especialmente donde las realizadoras son mujeres.

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