Después de vivir una agresión sexual que nos ha dañado, puede que sigan sucediendo situaciones que nos afecten. Regularmente después de una experiencia tan traumática y horrible como una violación sexual  y  agresiones sexuales, las personas pueden presentar Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), este trastorno genera sentimientos o pensamientos que son intensos con relación al suceso vivido y que aparecen después de la agresión. Para el diagnóstico del TEPT, hay una forma clínica y oficial, sin embargo, es importante recalcar que cada persona lo padece diferente.

Según el Instituto Nacional de Salud Mental el diagnóstico oficial del Trastorno del Estrés Postraumático son los siguientes puntos, que tienen que tener una durabilidad mínima de cinco meses.

1. Síntomas de evasión, es decir, no ir a lugares o eventos que están relacionados con el suceso de la agresión sexual, pueden ser varios lugares o uno en concreto.

2. Síntoma de reviviscencia que es tener recuerdos de la agresión sexual, donde se regresa al escenario de lo vivido, estos pensamientos pueden ser aterradores o pesadillas.

3. Síntoma de hipervigilancia y reactividad, tener sentimientos de ansiedad, asustarse con facilidad, dificultades para poder dormir, sentirse tenso o al límite y arranques de ira.

4. Síntomas cognitivos y de estado de ánimo, pueden ser al menos dos de los siguientes, dificultad para recordar la agresión, ideas negativas sobre sí mismos o lo que los rodea, sentimientos distorsionados como podrían ser remordimiento o culpa por la agresión sexual y la pérdida del gusto a cosas o actividades de interés.

5. Falta de concentración o atención.

6. Conducta evasiva, evita los recuerdos con mecanismo de disociativos o amnesia del evento traumático, desapego efectivo a las personas de confianza que la rodean, consumir sustancias o una dedicación excesiva al trabajo.

 

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¿Qué es una agresión sexual?

Una agresión sexual es un acto sexual en donde una persona no ha dado o no puede dar su permiso o consentimiento, para que exista un contacto físico con fin sexual.

La Real Academia lo define como el “delito consistente en la realización de actos atentatorios contra la libertad sexual de una persona empleando violencia o intimidación” y la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo”

Algunas de las agresiones sexuales son las siguientes

Violación: Encuentro sexual no consensuado que puede ser desde la penetración vaginal, sexo oral, anal o con objetos.

Intento de violación: Cuando no se puede consumar el acto sexual pero sí existe una intención, pueden ser tocamientos sin consentimientos o intentos de contacto sexual no consensuados.

Coacción sexual: Agresión sexual que no es por fuerza física, pero sí con presión verbal a través de amenazas para obligar a alguien a tener relaciones o tocamientos.

Acoso sexual: Incluye una agresión física o verbal, pueden ser desde mensajes, fotografías, videos, amenazas que tengan un motivo sexual y que la otra persona no lo haya permitido.

Abuso de menores: Es la violación, tocamientos o incesto a niños o niñas y preadolescentes menores de edad.

Fotografías de índole sexual: Tomar fotografías con fines sexuales a otra persona de forma obligada.

Agresión sexual a personas física o mentalmente discapacitada.

Violación sistemática, esclavitud sexual que regularmente suceden en situaciones de conflicto armado.

Sarah Hyde, educadora sexual y defensora contra la violencia de pareja en Safe Alternatives to Violent Environments, dice:

“La gente puede no descubrir su TEPT hasta mucho después, y este puede cambiar con el tiempo; por algunos meses puede parecer muy persistente, mientras que en otros, puede sentirse totalmente bien. Podría volver después de años, podría llegar cuando no se espere y sus factores desencadenantes podrían parecer totalmente aleatorios."

¿Pero qué son los desencadenantes? Son cosas o sucesos específicos como un olor, sabor, un lugar, una palabra, una frase, que traen el recuerdo de la vivencia de la agresión sexual y que tienen como consecuencias estos pensamientos de angustia. Cada persona tiene sus propios desencadenantes después del suceso y todos tienen su validez.

Hay investigaciones y estadísticas sobre el Trastorno de Estrés Postraumático, pero éstas pueden no ser precisas debido al carácter del padecimiento ya que hay muchas personas que tienen un trauma y que no han tenido un diagnóstico o practicado un autodiagnóstico, y no han reportado el problema, a eso se le suma que muchas agresiones sexuales tampoco se han denunciado. Las investigaciones arrojan que la mayoría de las personas que han sido víctimas de violación desarrollan un TEPT.

También hay personas con Trastorno de Estrés Postraumático que no acuden por ayuda porque piensan que es normal sentirse asustado o con miedo después de una agresión sexual y hay veces en que ni siquiera pueden relacionar los síntomas con tener un trauma. O en el caso de algunas mujeres no se habla de la agresión sexual por no tener un apoyo adecuado o por vergüenza, temor, el riesgo a las represalias que pueda haber o el riesgo a ser culpadas.

Lo que la investigación disponible sugiere es que para las personas que han sufrido una violación, algún tipo de TEPT es casi un consecuencia determinada. En el 2001 un estudio de mujeres cisgénero en los Estados Unidos mostró que el 94% de las víctimas de violación tuvieron síntomas de Trastorno de Estrés Postraumático dentro de las dos semanas después de la agresión.

Las personas que más pueden tender a sufrir Trastorno de Estrés Postraumático son las personas que han experimentado traumas, tienen un trabajo donde hay mayor probabilidad de tener un evento traumático, ya padecen algún trastorno mental, que tiendan al abuso de sustancias y la falta de apoyo por parte de amigos o familia.

Para lidiar con el Trastorno de Estrés Postraumático se debe de tener claro que es una lucha individual y que no hay una fórmula perfecta, ni una forma correcta de recuperarse y sanar del trauma. A continuación te mostramos algunas maneras y formas de enfrentar el TEPT, teniendo en cuenta que para lidiar y recuperarse todos los caminos son válidos.

“Date el espacio para sentirte molesta, ansiosa o asustada. Cuando experimentas un trauma, es importante tener permiso para sentir tu trauma y responder de la manera que te resulte más auténtica," dice Hyde.

La psicoterapia que está enfocada en el trauma y la terapia de conversación enfocada en el procesamiento de eventos traumáticos, es un posible tratamiento para el trastorno de TEPT, puede durar de 8 a 16 sesiones, en las sesiones se habla y se piensa en el evento traumático para poder lidiar y enfrentarse con el trauma. Dentro de esta psicoterapia una logística que ha resultado efectiva es la de la exposición prolongada que trata de revivir el trauma, dentro de un lugar seguro.

También está la terapia del proceso cognitivo, donde se pueden usar estrategias como la psicoeducación, análisis de los procesos mentales que surgen en las víctimas después del suceso traumático, reestructuración y la técnica del manejo de la ansiedad.

La terapia de aceptación y compromiso donde se busca incentivar las habilidades de las personas para tener un compromiso con su comportamiento, tratando de animarlos para que retomen sus metas.

Recurrir al psiquiatra es otra opción donde se puede dar tratamiento como antidepresivos o medicamentos en contra de la depresión, sin embargo la psicoterapia puede tener costos muy altos y los medicamentos también son caros. Esto no significa que tú no puedas ir tratando de trabajar con tus emociones, se recomiendan los siguientes puntos

- Empieza por pasar más tiempo con las personas con las que te sientes querida y cómoda, identifica los lugares donde te sientes bien.

- Habla con las personas con las que convives sobre los desencadenantes de tus recuerdos.

- Busca más información sobre el TEPT, entre más informada estés podrás tener más herramientas para entender tus sentimientos y pensamientos.

- Cuida de ti misma, trata de comer bien y si puedes toma el tiempo para tu cuidado personal.

“Los agresiones sexuales nunca son culpa tuya; no lo mereces en absoluto y recuperarse del trastorno de estrés postraumático es totalmente posible”

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Con información de la OMS, PussyPedia, Psicoactiva.