La ciencia aún sabe poco sobre los orgasmos de la mujeres, estos se empezaron a estudiar hasta 1930. El orgasmo femenino está cargado de mitos e imágenes que nos ha dado la pornografía, la cual puede inhibir a algunas mujeres a disfrutar su sexualidad por no tener los cuerpos perfectos que que aparecen en las pantallas.
Sin embargo, lo que se sabe hasta ahora es que existen diferentes tipos de orgasmos y para que las mujeres podamos alcanzarlos necesitamos de confianza, seguridad y tranquilidad mental.
El debate sobre el orgasmo clitoriano y vaginal
Existe un debate sobre los tipos de orgasmos, en el cortometraje “Le clitoris” menciona que fue Sigmud Freud afirmó en 1904 que el orgasmo del clítoris era un fenómeno puramente adolescente, las mujeres maduras deben tener orgasmos vaginales.
El clítoris es el único órgano que existe para el placer. La palabra procede del griego Keitoris, ellos fueron los primeros en identificarlo, crean el verbo kleitoriázein, para acariciarlo.
Helen O’Connell descubrió que el clítoris puede medir de ocho a diez centímetros de longitud y su forma puede ser una “Y” griega, lo único que conocemos de él es su punta.
El clítoris tiene aproximadamente 8 mil terminaciones nerviosas sensitivas. Eso es el doble de terminaciones nerviosas que el pene, y por ello las mujeres se vuelven locas si está correctamente estimulado.
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El clítoris es parecido a pene
El clítoris es muy similar al pene. Incluso, a las dos primeras semanas de gestación es difícil distinguirlo.
El clítoris es un equivalente al pene, excepto que no está atravesado por la uretra, por eso no hacemos pipí por ahí, como lo hace el hombre. Nuestra erección es parecida a la masculina incluso la cabeza del clítoris tiene el mismo tipo de estructura y función que la cabeza del pene.
Misterios del orgasmo femenino
Entre los cinco misterios que desarrolla María Fernanda Pereza Gody, médica especialista en urología y Medicina Sexual que trabaja en el Hospital Universitario Dexeus de Barcelona, señala destaca que es una descarga de adrenalina, ocurre después de la fase de la excitación, cuando estímulo sexual es procesado por eso cerebro, sea por la imaginación, juegos sexuales en soledad o pareja, así como los estímulos físicos en los genitales u otras zonas.
El orgasmo es diferente en cada mujer, genera un algo estado de conciencia que va acompañado involuntariamente de contracciones rítmicas de la musculatura circuvaginal estriada de ala pelvis y que incluye contracciones uterinas, anales y miotonia, señala Alessandra Grazziottin, ginecóloga italiana y especialista en medicina sexual.
El tercer misterio es la relación de las creencias culturales con el goce. Las creencias religiosas tienen un gran peso en la sexualidad de las mujeres.
No es nuevo decir que las religiones históricamente han condenado el sexo no reproductivo y sobre todo la masturbación.
En un estudio de la Universidad de Chicago (1994) se encontró que el 79% de las mujeres que no tenían afiliación religiosa tenían experiencias orgásmicas satisfactorias durante la masturbación y un 67% de mujeres con afiliación religiosa no tenían orgasmos durante la misma. La religión, cualquiera que sea, es un ejemplo sobre cómo las creencias afectan a la sexualidad.
El cuarto misterio son las formas en que las mujeres pueden llegar a un orgasmo, cómo ya se mencionó se tenía la creencia de que debía ser mediante la vagina, sin embargo, se ha comprobado e que 65 de las mujeres necesitan la estimulación del clítoris para alcanzarlo.
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Por último es que todas las mujeres pueden ser multiorgásmicas, son aquellas que pueden alcanzar el clímax varias veces en una acto sexual. Antes se creía que sólo las elegidas podían llegar a sentirlos, pero no es así.
"Todas las mujeres pueden tener varios orgasmos, varios picos de intensidad en un mismo acto. De hecho, tenemos periodos refractarios más cortos que los hombres y nuestra respuesta sexual puede llegar a ser realmente rápida", explica la médico.