Frida Sofía, hija de la cantante mexicana Alejandra Guzmán, denunció en una entrevista que su abuelo, el también cantante Enrique Guzmán, fue su agresor durante la infancia. Afirmó que su abuelo la manoseaba desde que tenía 5 años de edad. 

“Fue un hombre muy asqueroso; fue un hombre muy abusivo. Me daba miedo. Me hizo cosas feas. Me manoseó desde los cinco”, fue parte de su testimonio.

Además, Frida Sofía dijo que dentro de su familia, los abusos de Enrique Guzmán se normalizaron. “Es lo que te dicen, que esos son los cariños que un abuelo le da a su nieta”, dijo. 

La denuncia de la hija de Alejandra Guzmán puso de nuevo, en la discusión de redes sociales, los abusos machistas que han cometido los famosos. Además, puso sobre la mesa la importancia de hablar sobre el abuso sexual infantil dentro de las familias. 

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Los abuelos también son agresores

De acuerdo con Valeria González Ruiz, coordinadora de Vinculación e Incidencia en Políticas Públicas de Early Institute, explicó en entrevista para La Cadera de Eva que, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), una de cada 10 mujeres fue víctima de violencia sexual antes de sus 15 años. “Estámos hablando de más de cuatro millones de mujeres en México”, afirmó Valeria.

Además, los datos oficiales revelan que los principales agresores se encuentran dentro de la familia o en círculos muy cercanos, desde familiares hasta conocidos. 

Según dijo Valeria, 43% de los agresores son los tíos. Los abuelos representan el 8% y los hermanos el 18%. “De las respuestas de las víctimas, aparecen como agresores una persona desconocida solo en el 24% de los casos. El 76% restante son agresores que están cerca, ya sea en la familia o en círculos muy cercanos”, dijo la experta. 

El secreto familiar

Dentro de las familias, es común que los abusos sexuales se guarden como “secretos de familia”. De acuerdo con la representante de Early Institute, esto se encuentra relacionado con los lazos de confianza entre el agresor y la víctima:

“Está relacionado con un vínculo de confianza. Definitivamente, cuando hablamos de violencia sexual ejercida hacia niñas, niños y adolescentes, hay un círculo o un vínculo de confianza que hace que puedan aproximarse y generar agresiones sexuales disfrazando este tipo de conductas como algún tipo de afecto, con chantajes o amenazas”, dijo Valeroa. “Hay toda una relación que permite a los agresores presionar a las víctimas o aprovecharse de esa confianza o aprovecharse de esa cercanía”, agregó.

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“Nosotros tenemos documentado que muchas veces este tipo de agresiones se disfraza de juegos o de afectos. Entonces, muchas veces cuando hablamos de niñas, niños y adolescentes, no se dan cuenta que están siendo agredidos sexualmente, hasta que pasa el tiempo y después descubren que lo que les pasaba era una agresión sexual”.

El abuso sexual dentro de las familias, perpetrado principalmente contra niñas, niños y adolescentes, muchas veces es normalizado o callado, por una idea predominante de guardar el honor familiar.

“Desgraciadamente, está muy impregnada la idea de que los trapos sucios se lavan en casa, que no hay que hablar de esto. El tema de la violencia sexual infantil todavía es un tema que incomoda mucho y que para muchas personas el mecanismo de reacción es ignorarlo”, dijo Valeria.

La violencia sexual intrafamiliar muchas veces no se habla porque, de acuerco con lo epxlicado por la experta, es un proceso difícil y doloroso, ya que conlleva a descubrir no solo la violencia dentro del seno familiar, sino también descubrir que probablemente no se trata de un único caso o de una única generación.

Otro caso es el de Julia, quien contó en entrevista para La Cadera de Eva que cuando era adolescente sentía que su abuelo la acosaba, al intentar acercarse a ella de forma extraña:

“Me saludaba de una forma rara, buscando tocarme la bubi. De hecho, una vez me dijo 'uy, cómo está creciendo', y pasó su dedo entre mi pecho. Como ya había vivido abuso sexual, pensé 'otra vez, no', entonces decidí levantarme. Ahora cada vez que me acerco a él trato de cuidarme las bubis, pensé que solo era conmigo, pero he notado que con mi hermana y mi tía hace lo mismo: trata de saludarlas de una forma extraña, pone su mano debajo de sus axilas como tocando sus pechos”, contó.

A pesar de haber detectado el abuso que su abuelo podría estar cometiendo contra sus propias familiares al tocarlas de forma inapropiada, Julia afirma que nunca se ha hablado de eso en su familia y que, incluso, podría estar normalizado. “Es algo que no hemos hablado en familia, pero una vez que le conté a mi mamá que su pareja me veía raro, me dijo ''te aguantas, así son los hombres''. Tu abuelito siempre me ha visto las bubis”

“También recuerdo que cuando íbamos al rancho, a él le gustaba dormirse con 'las viejas' cómo decía mi abue. Nos dormíamos todas en el cuarto de arriba, cada quien tenía su cama. Cuando nos poníamos la pijama, sentía que nos veía, pero nunca lo supe. Solo fue una sensación”, contó Julia.

¿Cómo prevenir el abuso sexual infantil?

Para las y los expertos, la prevención de la violencia sexual hacia la infancia es un tema urgente. Según lo explicado por Valeria de Early Institute, es necesario dotar de herramientas a las y los niños para que puedan identificar cuando están siendo agredidos.

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“Es importante que sepan cuáles son las partes íntimas de su cuerpo, donde no te deben tocar”, dijo la experta. Además, señaló que existen diversas herramientas de prevención del abuso sexual infantil, donde la comunicación entre los cuidadores primarios y el o la niña es fundamental.

“Una de las herramientas que nosotros hemos visto que funciona bastante es darle a las partes del cuerpo su nombre, especialmente cuando hablamos de partes íntimas”, dijo Valeria, quien aseguró que muchas veces en los juegos que usan los agresores para engañar a las víctimas, o para acercarse, van disfrazados con palabras que no se refieren específicamente a sus partes íntimas. Frases como “lápiz” para referirse al pene, dificultan la detección de la denuncia de un niño o una niña. 

“También es muy importante detectar si han cambiado su actitud, si están retraídos o al revés (agresivos). En cada caso es muy distinta la forma de reaccionar de las víctimas”, dijo Valeria. “Los cuidadores primarios, las niñas, niños y adolescentes deben estar informados sobre las formas en las que pueden prevenirlo”, agregó.

La experta recomendó informarse sobre las herramientas de prevención que existen, como los 12 pasos de prevención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), e invitó a revisar la información y estrategias que se encuentran en el sitio oficial de la organización Alumbra:  https://alumbramx.org/prevencion/.