En 2016, Sarah Boyle, a sus 25 años de edad, fue diagnosticada con cáncer de seno triple negativo por médicos del Hospital Royal Stoke.

El diagnóstico la llevó a someterse a un tratamiento extenso: quimioterapias, una mastectomía bilateral, y cirugía reconstructiva. Sin embargo, varios meses después se le informó que el diagnóstico era erróneo. No tenía cáncer.

En junio del 2017, los médicos le explicaron que había sido un mal diagnóstico a causa de un “error humano”.

Tras enterarse de esto, Sarah acudió con abogados para asesoría jurídica, quienes lograron una admisión de responsabilidad por parte del Hospital Universitario de North Midlands NHS Trust, que administra Royal Stoke.

La revista médica Natur, publicó la historia y señaló que la inteligencia artificial puede ser más precisa para diagnosticar el cáncer de seno en la mamografías. 

Con la historia de Sarah, se comprobó que el programa de computadora superó a seis radiólogos en la interpretación de los resultados de las mamografías

Sarah, que ahora tiene 28 años, vive en Stoke-on-Trent, Reino Unido, con sus hijos Teddy, Louis y su esposo Steven, de 31 años. 

La joven habló sobre su experiencia y dijo que es muy difícil describir lo que le pasó.

“Después de meses de tratamiento horrible, que me digan que todo fue innecesario es algo que no estoy segura asimilarlo. No son solo los daños físicos que me han dejado, sino también la tortura mental de lo que he pasado".

"Un diagnóstico erróneo de cáncer puede arruinar la vida de las personas y algunas personas pueden no ser tan afortunadas de sobrevivir”, dice.