Las teorías predominantes sobre la división sexual del trabajo en la prehistoria indican que la caza era una actividad a la que se dedicaban únicamente los hombres, mientras que las mujeres se dedicaban al cuidado de los más jóvenes.

Un reciente descubrimiento pone en entredicho las creencias dominantes de historiadores y antropólogos sobre la organización social a partir del sexo.En los Andes de América del Sur se encontraron los restos de una cazadora de 9 000 años de antigüedad. 

El descubrimiento realizado por la Universidad de California se publicó en la revista Science Advances con el título “Female Hunters if the Early Americas” o “Cazadoras de las primeras Américas” en español. 

Hembra joven de entre 17 y 19 años

Los restos encontrados pertenecen a una hembra joven de entre 17 y 19 años que fue enterrada con herramientas de caza en el yacimiento Wilamaya Patjxa de los Andes, que también es considerado el yacimiento más antiguo de las Américas. De acuerdo con los expertos, los objetos con los que son enterradas las personas son aquellos objetos que utilizó en vida. 

Imagen tomada de National Geographic

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Con los restos de la cazadora de Wilayama se encontraron herramientas de caza mayor, como un cuchillo, hojuelas para retirar órganos internos, puntas de proyectil de piedra utilizadas para derribar animales, entre otros artefactos. 

Los investigadores confirmaron el sexo de la cazadora con un análisis de proteínas dentales a cargo de Tammy Buonasera y Glendon Parker, de la Universidad de Calfornia en Davis. 

Mujeres cazadoras, más de una

El descubrimiento de la cazadora llevó a los científicos a cuestionarse sobre si la mujer encontrada podría pertenecer a un patrón más amplio de cazadoras. Con esa curiosidad, los investigadores revisaron los registros de diferentes yacimientos del Pleistoceno tardío y del Holoceno temprano en América del Norte y del Sur. 

Las observaciones revelaron que la participación de las mujeres en la caza era mucho mayor de lo que se pensaba, ya que  entre el 30% y el 50% de los cazadores pudieron haber sido cazadoras. 

La investigación responde a una de las preguntas más debatidas sobre la división sexual del trabajo en poblaciones tempranas, pero también plantea nuevos cuestionamientos. El equipo de la Universidad de California ahora busca comprender cómo se  produjo la división decual del trabajo en diferentes momentos y lugares, y cómo cambiaron entre las distintas poblaciones de cazadores recolectores en América.

Con información de: National Geographic