La pandemia por covid-19 aumentó las desigualdades de género dentro de los hogares,donde son las mujeres quienes mayoritariamente han enfrentado la carga de trabajo que representan los cuidados del hogar. 

“Al inicio de la pandemia me tuve que acostumbrar a escuchar la clase con mi computadora en la cocina, mientras lavaba los trastes o hacía de comer”, cuenta Rebeca, recién egresada de la licenciatura en Arquitectura. 

Para muchas mujeres, niñas y adolescentes, el aprovechamiento académico se ha obstaculizado por la pandemia de covid-19 y el confinamiento. Las clases en línea no sólo se convirtieron en algo más difícil de cursar, sino también en una oportunidad para sobrecargar a las mujeres de labores en el hogar. 

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Rebeca cursó su último semestre de la licenciatura a distancia, debido al confinamiento por la emergencia sanitaria. Asegura que fue el año más difícil de su carrera, porque tuvo que lidiar con las labores de cuidado del hogar. 

“Desde el inicio de la pandemia tuve problemas con mis estrategias de estudio, comencé a notar que mi desempeño escolar estaba cayendo, pero después también me di cuenta que tuve que enfrentarme a otras cosas. Mi mamá me pedía que hiciera cosas de limpieza incluso en las horas en las que yo tenía clase, eso lo complicó todo”, cuenta Rebeca.

Incluso en sus horarios libres Rebeca no tenía oportunidad para hacer tareas o estudiar de forma óptima ya que debía atender otras necesidades familiares como cuidar a sus hermanos menores, ayudarle a sus hermanos con las clases a distancia y trabajar en el negocio de comida que su mamá inició a raíz de que perdió el empleo. 

“Mi mamá se quedó sin trabajo, entonces empezó a vender comida corrida a domicilio entre la gente de la colonia. Yo le ayudo promocionando en los grupos de Facebook, pero también le ayudo a cocinar y limpiar lo que haga falta”, contó Rebeca.

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La deserción escolar y el covid-19 

Aunque Rebeca no desertó académicamente, ahora se enfrenta a un proceso de titulación que no puede avanzar debido a la falta de tiempo y la sobrecarga de trabajo en el hogar. 

De acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos la deserción académica de niñas y mujeres aumentó en la emergencia sanitaria por Covid-19, principalmente por los estereotipos de género, la normalización de las violencias y las desigualdades que enfrentan. Además, la pandemia visibilizó la llamada crisis de cuidados, que asigna todas las labores del hogar a las mujeres. 

La Encuesta Nacional del Uso del Tiempo de Inegi, reveló que las mujeres mayores de 12 años dedican 67% de su tiempo a las tareas del hogar no remuneradas, mientras que los hombres sólo emplean 28 por ciento de su tiempo para esta labor. Según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil de 2019 hay sólo un niño por cada 14 niñas que dedican su tiempo a tareas del hogar no remuneradas.

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"Las labores de la casa no me permiten continuar con mis metas académicas"

Para Rebeca la creación de su proyecto de titulación está siendo realmente complicada debido a todas las responsabilidades del hogar que debe atender. “A veces hasta me siento culpable de reprochar que tengo que hacer todas estas cosas en la casa y que no me permiten avanzar en mis metas académicas, pero también he hablado con muchos de mis compañeros varones y en comparación de lo que vivo yo y algunas de mis amigas, ellos no parecen tener este problema, porque sus mamás se encargan de las tareas del hogar”, dijo Rebeca.