“A veces miro fijamente a la oscuridad y cierro los ojos. Aún puedo imaginarme como una niña, allí arriba en mi pequeño bombardero, y me pregunto:’ Nadia, ¿cómo lo hiciste?”. Estas fueron las palabras de Nadezhda Popova, piloto del temido 588.º Regimiento de Bombardeo Nocturno, mejor conocido como “las Brujas de la noche”.

¿Pero quiénes eran estas mujeres? El 8 de octubre de 1941, Stalin decretó una orden que mandaba a las mujeres soviéticas a la guerra como respuesta a la famosa Operación Barbarroja, lanzada en junio del mismo año por los nazis.

Esta operación tomó de sorpresa a la Unión Soviética, dejando a la nación entera en crisis ante la superioridad técnica y aérea del ejército nazi. Sin embargo, más de 1 millón de mujeres entre los 17 y los 22 años respondieron al llamado de Stalin y entraron en combate bajo diferentes áreas, desde francotiradoras hasta tanquistas y por supuesto aviadoras.

En total, se crearon 3 regimientos femeninos de combate aéreo: la división 586, la división 587, y el regimiento 588º de Bombardeo Nocturno:"Las Brujas de la Noche" bajo el mando de Marina Raskova, pionera de aviación femenina.

Las escobas de bruja

Este grupo de mujeres volaban en aviones Polikarpov-2, unos biplanos utilizados para tareas de fumigación y entrenamiento durante los años 20, por lo cual no estaban equipados para la guerra, eran de calidad baja y no soportaban el peso de siquiera un paracaídas. Además, su cubierta de madera y lona los hacía sumamente frágiles ante cualquier clase de impacto

Pero lo que parecía una debilidad, resultó ser una enorme ventaja. Aprovechando la baja velocidad de sus aviones (150 km/h de velocidad máxima) lograron planear sus aviones en alturas donde les resultaba imposible a los cazadores enemigos alcanzarlas, utilizando fragmentos de bosque para ocultarse y maniobrar sus biplanos.

“Las brujas” planeaban silenciosamente en el cielo nocturno, para después dejar caer bombas sobre campamentos alemanes.

Así que aunque sus biplanos no se comparaban con los aviones Messerschmitt Bf 109 o el Focke-Wulf Fw 190, el delicado sonido de estos ponía a temblar a los soldados nazi quienes decían que los ruidos asemejaban el susurrar de una escoba, de ahí el apodo.

La leyenda del regimiento 588º: El poder de las brujas

No solo sus ataques eran efectivos, sino que el impacto psicológico producido en las tropas alemanas era evidente. No solo se sentían inseguros en todo momento, sino que también, para la mentalidad de la época, el hecho de ser derrotado por mujeres era considerado una deshonra, algo que destrozaba la voluntad y orgullo de las tropas alemanas.

El miedo que despertaban las brujas era tan alto, que se creó un regimiento de combate nocturno para contrarrestar las ofensivas de estas mujeres aviadoras. Incluso Hitler comenzó a conceder una cruz de hierro (una condecoración militar por actos de gran valentía) por cada “bruja” abatida.

Heroínas de guerra

Al final de la guerra, se estima que las Brujas realizaron más de 23000 vuelos de combate, descargando 3000 toneladas de bombas sobre sus enemigos. No solo fue el único regimiento aéreo compuesto exclusivamente por mujeres sino que su valentía las convirtió en el más condecorado de toda la Fuerza Aérea Soviética, con 23 de sus miembros recibiendo la distinción de Heroína de la Unión Soviética.