La virilidad es un mandato de género asignado a los varones, en esto influye mucho su capacidad de tener relaciones sexuales con las mujeres, es por eso que existe una creencia generalizada de que mientras más parejas sexuales tienes se pueden considerar “más hombres”.

La relación de cada hombre con la sexualidad está normada socialmente, esto repercute en muchos otros pensamientos y actitudes, como la negativa a utilizar preservativos como símbolo de hombría y la perspectiva de una sexualidad mecanizada en la que lo único que importa es la penetración y el placer masculino. 

“Es como una especie de superioridad sexual y moral (como en todo) que tenemos la gran mayoría de los varones. El tema del sexo alrededor de los hombres siempre ha sido de cantidad y poder: quién liga más, quién coge más y quién tiene más personas detrás de nosotros. Todo lo que gira alrededor de coger y ser hombre, tiene que ver con eso. Es como si los hombres tuviésemos una especie de club secreto –y frágil– en el que testeamos el tamaño de nuestros testículos dependiendo de la cantidad (siempre la cantidad) y no de la calidad, o de quizás el tabú más grande en la historia de la existencia de los hombres: el amor”, escribió Julián Verón en su texto “La insoportable levedad de la virginidad masculina”.

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La  virginidad de los hombres

Para los hombres “perder la virginidad” o su primera experiencia sexual, tiene todo un carácter ritual que comúnmente está asociado con la presión que sufren por parte de otros hombres. Dentro de las dinámicas masculinas, los hombres jóvenes deben dar muestra de su identidad y hombría a través de sostener su primera relación sexual con una persona con quien no sostienen una relación afectiva. 

De acuerdo con información de la página De Machos a Hombres (IDMAH), la diferencia entre la concepción de la “virginidad” en hombres y en mujeres está en que, en el caso de las mujeres, se hace énfasis en la creencia de la ruptura del himen y las concepciones morales que ello conlleva para las mujeres. 

Pero en el caso de los hombres, la sexualidad se trata de una cuestión de orgullo. De acuerdo con los estándares socialmente establecidos, un hombre que mantiene relaciones sexuales con varias mujeres, sin importar la responsabilidad afectiva o el bienestar de las mujeres durante el sexo, se convierte en un hombre viril o “muy macho”.

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Por otra parte, cuando un hombre llega a determinada edad sin haber tenido relaciones sexuales con una mujer, se le señala como poco viril o se le cuestiona su orientación sexual. “Los modelos impuestos son sólo eso, modelos, pero en muchas de las ocasiones pueden llegar a dañar la autoestima de las personas”, afirman en IDMAH.

Desde esta perspectiva, la virginidad masculina y las creencias predominantes al respecto pueden llegar a dañar el autoestima de los varones, “Hablar de la virginidad masculina y de las primeras relaciones sexuales es más bien hablar de la experiencia y la huella emocional y física que puede generar en la futura vida sexo-afectiva de los hombres, tanto si es negativa (al ser impuesta o desagradable) o si es positiva (consensuada y placentera).” afirman en De Machos a Hombres.

 

Con información de: Revista Cambio