A través de sus cuentas de redes sociales Nick Jonas y  Priyanka Chopra anunciaron que se habían convertido en padres gracias a un vientre de alquiler. La pareja pidió privacidad para los días en que darán la bienvenida a su bebé, no obstante, las redes sociales enloquecieron al entrar en el debate sobre la maternidad subrogada o los vientres de alquiler. 

“Estamos encantados de confirmar que hemos tenido un bebé a través de la gestación subrogada. Pedimos respetuosamente privacidad durante este tiempo tan especial en el que nos vamos a enfocar en nuestra familia. Muchas gracias”, dice el mensaje que Priyanka publicó en Instagram y que Nick Jonas replicó en sus cuentas de redes sociales. 

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Los artistas se convirtieron en padres primerizos a través de un proceso en el que el bebé fue gestado en el vientre de otra mujer. Bajo contrato la mujer que renta el vientre obtiene una indemnización económica y está obligada a entregar al bebé una vez que salga de su vientre. 

¿Por qué se generó la polémica?

Aunque para muchas personas la maternidad subrogada es una forma más de convertirse en padres, muchas otras personas están en contra de la renta de vientres, especialmente algunos grupos de mujeres feministas. 

Tras la noticia de la paternidad de Nick y Priyanka, en redes sociales se reactivó el debate en torno a los vientres de alquiler, muchas personas tacharon la decisión de los artistas de alquilar un vientre como una forma de explotación que afecta específicamente a las mujeres, quienes son las que ponen el cuerpo y el tiempo para llevar a cabo la gestación del bebé. 

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Diferentes usuarias de redes sociales y cuentas de colectivas u organizaciones feministas aprovecharon la viralización de esta noticia para expresar los argumentos por los cuales están en contra de la maternidad subrogada. Entre las principales preocupaciones de estos grupos feministas está la explotación del cuerpo de las mujeres ya que, de acuerdo con lo que señalan, son principalmente mujeres en situación de pobreza quienes se ven obligadas a rentar su vientre como una forma de obtener ganancias para sobrevivir. 

“Vaya que sabemos el por qué de esa decisión y es porque tienen el dinero que se necesita para explotar a una mujer, que por la razón que sea necesita ese pago, y así poder comprar a un ser humano. Sí, comprar, porque ese es el nombre que se le da a obtener un bien mediante un pago”, dice una publicación hecha por el colectivo “Brujas del mar”.

“Las mujeres no somos pedazos de cuerpo y un embarazo es un proceso de cuerpo completo. Solamente una persona que tiene a las mujeres en un concepto infrahumano no vislumbra lo que representa un embarazo y los riesgos que conlleva. Aunado a eso, el bombardeo hormonal al que someten a las mujeres que se ven orilladas a la explotación reproductiva es una realidad, al igual que el proceso de separación entre ella y la cría que imposibilita la lactancia materna. No acabamos si nombramos cada aspecto que violan los derechos humanos más básicos de las madres y las infancias”, agregaron.

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“Somos mujeres, no incubadoras”, ¿qué pasa en México?

El tema de la maternidad subrogada se puso en debate el año pasado en México, después de que feministas denunciaran que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) había iniciado una serie de conversaciones con la intención de quitar restricciones a las parejas extranjeras para alquilar vientres en nuestro país. 

No es una práctica nueva, afirmó Teresa Ulloa en la mesa de diálogo “Somos mujeres, no incubadoras” que fue transmitida a través del Facebook live del colectivo veracruzano Brujas del Mar.

“Ha llegado a convertirse en un negocio multimillonario a costa de una función que solo pueden tener las mujeres, que es estar embarazadas y dar a luz”, dijo Teresa Ulloa.

De acuerdo con la maestra Ulloa, el verdadero interés de la SCJN se relaciona con la posibilidad de permitir a los extranjeros que paguen por vientres de alquiler, “son una serie de amparos que han estado interponiendo las agencias para quitar el candado de que no se permita a parejas extranjeras que adquieran o contraten un vientre de alquiler, y a un niño encargado por contrato”, afirmó. 

Por su parte, Melissa Amezcua, periodista que ha realizado investigaciones respecto a los vientres de alquiler, explicó que en los únicos dos Estados donde está regulado la venta de vientres de alquiler (Sinaloa y Tabasco), hay muy pocos casos que siguen las reglas establecidas por la ley. 

“Por más que se regule y por más que se legislen los temas que atañen a las mujeres, vivimos en un sistema de corrupción donde no se cumple absolutamente nada de esos temas”, agregó Amezcua.