¿En qué se piensa cuando se habla de violencia de género? De inmediato aparecen las imágenes de puños masculinos cerrados y una mujer tratando de protegerse. Una mujer víctima. Cuerpos violentados. Arrojados. “Cuerpos basura”: dice Sayak Valencia, esta repetición de imágenes hacen que la violencia se normalice.

La activista, académica, performer y filósofa, Sayak Valencia, nos compartió parte de sí en el encuentro: "Más allá de la censura, por una imaginación política transfeminista que escape a las ortopedias críticas y paternalistas”. Un evento organizado por organizado en el muca-Roma por la École lacanienne de psychanalyse (ELP) y Casa Universitaria del libro CASUL, UNAM, el sábado 7 de septiembre.

La ilustración que dio la bienvenida fue una fotografía de National Geographic que evidencia la identidad de la filósofa: la frontera. Valencia nació en Tijuana dice que no puede ser ajena a la situación de violencia que se vive en el norte del país, sobre todo, no puede ignorar el tema de feminicidios. “No puedo ser indiferente de la violencia. Si lo hago me convierto en cómplice”, nos dice.

Sayak viste con una blusa negra sin mangas que trae la leyenda “WILD FEMINISM”. Un título que describe su pensamiento que desemboca en un discurso cuestionador, y “veloz” como lo describió Susana Bercovich quien la acompañó en el escenario junto con Jessica Bekerman. “Me prometí hablar más despacio”, nos confesó Sayak, algunas veces lo logró, otras no.

Nos dio un recorrido semiótico de los símbolos del feminismo: la diamantina rosa y los pañuelos verdes. Al proyectar una imagen del glitter rosa, nos pregunta “Si ustedes la ven, qué ven. Sin traer a la memoria la pasada marcha del 16 de agosto”. - ¿Puntos rosas?, contesta alguien del público. Sayak afirmó, nos comentó que somos nosotros quienes le damos significado a los objetos. No es fortuito que se utilizará la diamantina rosa en la protesta, hay una conexión con las cruces plantadas en Ciudad Juárez que denuncian los feminicidios.

En cuanto a los pañuelos verdes, a favor del aborto, la académica del Colegio de la Frontera Norte comentó: su origen es en Argentina. Tienen una relación con las madres de la plaza de mayo quienes buscaban a sus hijos desaparecidos en 1982. Incluso en el pañuelo de la marea verde se pone el pañuelo de estas madres.

Sayak Valencia desarrolló tres conceptos en su charla: la ortopedia crítica, la censura y el transfeminismo. Donde invita a sus oyentes, que en su mayoría eran psicoanalistas a cuestionar todo. Incluso los conceptos, el propio feminismo. Señala “aunque haya disidencias dentro del feminismo, esto no quiere decir que no estemos en el mismo barco. Los diferentes posicionamientos enriquecen el diálogo”, retira la activista.

En el segundo momento del encuentro. La doctora en Filosofía, Teoría y Crítica Feminista por la Universidad Complutense de Madrid, presentó su segundo libro titulado Erótica Gore y transfeminismo. Una consideración feminista sobre la violencia contemporánea.

De donde se extrae el siguiente párrafo:

“Colocar el cuerpo en el centro permite resituar la violencia en contigüidad con el erotismo y el género hasta abrirse a la necro-erótica: no son ya términos antitéticos, y eso en la experiencia más común de ese cotidiano de frontera”

Si quieres conocer más sobre Sayak Valencia puedes leer el texto de María Teresa Priego Una escritura desde/en las fronteras