¿Cuál es la fórmula perfecta para el sexo? Esta pregunta se la hace la mayoría de las personas adultas o jóvenes que están iniciando su vida sexual, es una duda constante a la que la doctora Cecilia C Rosado, psicóloga especializada responde y nos ayuda a entender de mejor manera el sexo.

La doctora Rosado cuenta que en sus consultas llegaban sus pacientes siempre con distintas preguntas como ¿cuánto tiempo debe de durar el sexo? ¿Con qué frecuencia debe de tener relaciones la pareja? ¿Y por qué llegó más rápido al orgasmo mientras me masturbo y no si estoy con alguien?, o frases como ¡ayúdame soy precoz¡  y la pregunta recurrente era ¿cuánto tiene que medir el pene?. La especialista responde que el pene no es un producto ni una mercancía “como si el pene tuviera que ver con un producto que saldría al mercado” dice Rosado.

Regularmente las personas creen que hay una receta específica para el sexo o una fórmula matemática, que si la llegásemos a cumplir podríamos tener el mejor sexo y tener un orgasmo:

“han creado una fórmula que tiene que ser perfecta"

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Las creencias de esta fórmula son como que el sexo tiene que durar de 20 minutos o más, que el pene siempre debe de estar erecto, la vagina siempre tiene que estar bien lubricada sin preguntarse y ¿cómo se lubrica?  o ¿por qué? y que como muchos lo siguen pensando ese momento perfecto debe ser una gran mujer y un hombre, es decir, sexo heterosexual y después de cumplir todo se tiene la idea de que por arte de magia o resultado de la fórmula se llega al dichoso orgasmo.

Al mismo tiempo se tienen la creencia o el dicho de que es amor, pero aún no basta con eso piensan que tienen que ser mínimo tres veces a la semana y porque existe el miedo de que tal vez no tengas sexo toda tu vida, ya que cuando llegues a los 60 no los tendrás, porque también se cree que los adultos mayores no tienen sexo.

Sin embargo, la sexóloga remarca que esto no es así, afirma que se sigue la ecuación y el resultado no es el que se quería o esperaba la persona empieza creer que está fallando o tienen un problema y su autoestima empieza a bajar al creer que no son lo suficiente, pero Rosado argumenta que el problema en realidad no es la ecuación sino que esta fórmula tendría que cambiar.

Da como ejemplo los hombres y cómo se preocupan por la eyaculación precoz, cumplir con este tiempo y no verse como unos perdedores, la doctora dice e  "el hombre lucha en su cabeza no tengo que terminar" y por eso utiliza recursos para no hacerlo como pensar en algo diferente, distraerse en el momento, no mirar, contener el impulso y en simples palabras resistir.

También nos dice que la mujer hace algo que sería diferente y hasta opuesto "se obliga o se apura a llegar al orgasmo". Las mujeres que han ido a sus consultas tienen una prisa por llegar al orgasmo, por sentir placer casi al instante de que tienen sexo o se están tocando, también dicen las pacientes que se tocan que miden el tiempo desesperadas al pasar 10 minutos lo dejan por no llegar.

De igual forma Rosado afirma que medir el tiempo hace que pase lo que no se desea para los hombres y llega la precipitación terminando temprano y para las mujeres se inhibe su deseo sexual y por eso no se llega al orgasmo, para esto nos recomida que es necesario cambiar estos pensamientos de querer contar el sexo todo el tiempo y dejar de pensar que el sexo tiene una relación intrínseca con el tiempo. Lo mejor es estar lejos de los pensamientos aunados al tiempo y mejor estar relajados, tranquilos.

"dejar de creer en la formula perfecta" dice Rosado

Como es el caso del hombre y su cuerpo, darse cuenta que el hombre no sólo siente en el pene y también tiene sensaciones en su cuerpo, dejar a un lado la practica de solo interesarnos por su pene y que ellos disfruten de la estimulación en todo su cuerpo, la sexóloga afirma que para la vagina es más conveniente la estimulación manual, oral o la fricción como en muchos casos se hace contra las almohadas o el colchón menciona que lo mejor es optar por la estimulación de la zonas erógenas a el simple pensamiento de la sola penetración. Es importante saber que las zonas erógenas no son las misma para todos, recalca no caer en el mismo pensamiento de creer que si al cumplir esto se llegara al mismo resultado esperado el orgasmo, "cuántos orgasmos tengo"  se preguntan siempre dice la sexóloga, refiere que hay personas que llegan a tener un contador de orgasmos para su semana, reitera que

"siempre las personas buscan contar".

Expone que el orgasmo es un elemento donde uno se expone como persona ante otro que para ello se tendría que repensar que tan cómodos estamos con nosotros mismos, con nuestro cuerpo y con qué estamos a gusto, si nos sentimos bien al exponer nuestro cuerpo con alguien más, pregunta ¿cuándo se nos ha enseñado a estar cómodos con nuestro cuerpo? a un en casos como después de haber vivido una violación o después de maltrato psicológico y físico, ¿quién nos ha dicho que el cuerpo necesita curarse? para poder sentir placer se necesita sanar.

Rosado concluye que somos responsables de nuestra sexualidad y que cada acción diaria repercute en ella, desde comer, nuestro estilo de vida, experiencias, hasta nuestras ideas, y por último puntualiza que no hay ningún molde genérico, no existe una fórmula común para todos y es comprensible que romper la fórmula nos puede dar miedo, pero que si se sale de esas creencias se puede conseguir más libertad.

(Dafne Sandoval)

Con información de TEDx Talks