Dentro del mundo del sexo hemos escuchado sobre el squirting, poco se habla de ello, sé cree que es un mito. La diferencia entre la eyaculación femenina y el squirting es que la primera es un efecto que ocurre con el orgasmo, pero en el squirting hay una expulsión de fluidos intensa que llega a confundirse con la orina.

Algunos creen que este efecto simplemente no existe o que se trata de un truco de la industria de la pornografía, no obstante, es totalmente real y si quieres conseguirlo, te damos las claves para hacerlo.

Lo primero que debes entender es que la eyaculación y el squirting no son lo mismo. El primer caso se refiere a la expulsión vaginal de un fluido blanquecino, espeso y en poca cantidad; mientras que el segundo, es la expulsión abundante a través de la uretra de un fluido sin olor ni color.

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¿Cómo lograr el squirting durante el sexo?

Generalmente, el squirting o la expulsión de fluidos abundantes por la uretra ocurre tras una correcta estimulación del punto G, una zona sensible que se encuentra entre un tercio y la mitad del interior de la vagina, sobre las paredes. Ojo, esto no significa que venga acompañado del orgasmo, de hecho, se pueden conseguir por separado.

Cuando hay una fuerte excitación, una parte llamada esponja uretral que está rodeada de tejidos y glándulas, se llena de sangre y fluidos, haciendo que el punto G se hinche y se ponga firme. En ese momento, el squirting puede ser más fácil de conseguir, porque la zona está mucho más sensible de lo normal.

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Para lograrlo de forma sencilla, especialmente cuando no se tiene demasiada experiencia, es necesario seguir los siguientes pasos:

1. Inicia con la masturbación

Lo mejor es que empieces por conseguir el squirting mediante la masturbación, pues es una forma de practicar a solas antes de invitar a otros. Tendrás que prepararte un poco más de lo normal ya que estás a punto de experimentar una nueva forma de eyacular.

Asegúrate de tomar suficiente agua para asegurar un squirting abundante, usa lubricante y si tienes miedo de que algo se moje, coloca una toalla debajo.

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2. Orina antes  

Es fundamental orinar antes del squirting, pues la principal característica de este tipo de eyaculación es que da la sensación de estar orinando. Si vacías tu vejiga antes de la estimulación sexual, cuando estés muy excitada y sientas ganas de orinar, podrás estar segura de que no lo harás y de que se trata de squirting.

Ello asegurará que puedas relajarte y hasta empujar un poco los músculos de la pelvis para permitir que el fluido salga al máximo.

3. Llega al orgasmo antes

Busca el orgasmo como normalmente lo haces cuando te masturbas, usa tus dedos y haz diferentes movimientos para lograr sensaciones intensas.

Cuando llegas al clímax antes del squirting tu cuerpo se relaja, el punto G se pone duro, es más sensible y fácil de encontrar y se puede disfrutar de una liberación continua, como si el placer se extendiera por todo el cuerpo.

La excitación intensa crea una presión en las paredes de la vagina, especialmente las que están en la parte anterior frontal o hacia el ombligo, que es la zona más asociada con el squirting.

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4. Juguete sexual curvado

El punto G debe estar hinchado para que sea mucho más sensible y entonces, puedes usar un juguete sexual curvado para presionarlo firmemente y con un ritmo que disfrutes.

Lo ideal es empujar o hacer círculos y si se usan los dedos, se debe hacer un movimiento similar al de "ven", de forma suave y con un ritmo constante. Para un efecto más intenso hay que estimular con otra mano el clítoris o los pezones y dejarse llevar incluso si se sienten ganas de orinar.

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5. En pareja

Una vez que empiezas a dominar el squirting con la masturbación, será más fácil que lo consigas con tu pareja, así que mientras tienen sexo, usen las mismas técnicas que mencionamos antes, es decir, movimientos específicos con los dedos, juguetes curvados y un punto G duro.

La penetración no suele ser suficiente para conseguir la estimulación que desate el squirting, pero puedes intentarlo con posturas que faciliten el contacto con el punto G, como la vaquera o con la mujer arriba e incluso, con la posición de cucharita.

También es ideal que mientras ocurre la penetración se estimulen otras zonas erógenas, como el clítoris, los pezones o la entrada anal, así se potencian las sensaciones.

Es complicado aprender a lograr el squirting, pues contrario a lo que se siente cuando se tiene un orgasmo, hay un reflejo de apretar la vagina y reducir la energía para acabar rápido y no dejar fluir esa sensación de orina. Sin embargo, hay que aguantar y relajarse y si no se logra a la primera, no pasa nada, será divertido seguir intentando.

Atrévete a lograrlo y disfruta de un placer como nunca.

(Con información de Vice, El Español y Cosmopolitan)