Has sentido que una amiga, amigo o amigue cambió de la noche a la mañana, pero no sabes por qué. ¿Cómo es posible que una persona tan cercana cambie de forma tan radical? En ocasiones, no somos capaces de reconocer ciertas actitudes en nuestras amistades, sin embargo, existen algunas donde se ejerce violencia, sobre todo, emocional. 

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Las burlas, críticas o acciones en contra de ti pueden ser indicadores de esta violencia. “No se cambia de la noche a la mañana, somos nosotros los que nos auto engañamos”, explicó Pilara Guerra, psicóloga clínica a El País. Es probable que esta persona haya mostrado banderas de alerta durante toda la amistad, sin embargo una misma haya decidido ignorarlas.  

Dar un paso atrás

Cuando una amistad comienza con actitudes hostiles es un gran foco rojo, así como cuando la persona no se alegra por tus logros o bienestar. Por ejemplo, al recibir un mejor sueldo, por mantener una relación sexo-afectiva sana o tener algún logro profesional o laboral, en ocasiones el vez de darles gusto puede generar pensamientos negativos, explicó la psicóloga. 

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Por ello, existen amistades donde es mejor alejarse y decidir perder a aquella persona a ser víctima de mayores violencias o desatar un deseo de venganza, explicó Guerra, sin embargo, en caso de no querer abandonar por completo a esa persona puedes convertirla en una “piedra gris”, lo que quiere decir una relación con ausencia total de emociones, aconsejó la experta. 

Maltrato emocional 

Dejar a un amigo es muy difícil, y muchas veces, antes de hacerlo buscamos todas las posibilidades que existen para conquistar la amistad; sin embargo, existen casos donde ya no es posible justificar y normalizar conductas dañinas, desplantes o indiferencias. 

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En algunas amistades se genera una dinámica de codependencia y “adicción” emocional, explicó la psicóloga. Por ejemplo, cuando una amistad te trata bien y después mal, y es una conducta latente se puede llegar a generar un círculo vicioso junto con un abuso emocional volátil, añadió Guerra. Pero, ¿nos damos cuenta? 

La psicóloga explicó para el medio español que en estos casos existen dos posibles razones; la primera, puede ser que aquella persona se encuentre viviendo un estado de ánimo complicado y eso la lleve a tener afectos negativos y acciones que puedan afectar a otros, sin embargo es muy probable que llegue el momento donde se haga consciente e incluso se disculpe. El otro caso es que sea parte de su personalidad, y estas actitudes se intensifiquen con el paso del tiempo. 

Las amistades tiene ciclos 

Cuando estas actitudes son rasgos de la personalidad es probable que la persona tenga algún trastorno de la personalidad e incluso sea consciente que lastima o daña a otra persona; sin embargo, estas acciones son estímulos que necesitan de forma constante, explicó la psicóloga.

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Por lo tanto, las relaciones con violencia pueden generar vínculos con una adicción emocional, dependencia o maltrato porque el dolor se convierte en parte esencial de la relación; por esta razón, la psicóloga recomendó que la acción más sana para una misma es abandonar aquellas amistades y entender que todas las relaciones tienen sus propios ciclos. 

Con información de El País 

asl